Las relaciones institucionales entre las Fuerzas Armadas y el independentismo catalán no pasan por su mejor momento. Estos segundos han endurecido sus posturas desde el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, que supuso una ruptura entre los independentistas e instancias de la Administración General del Estado, empezando por la Policía y la Guardia Civil y continuando por organismos incluidas las Fuerzas Armadas.
Ello no ha sido obstáculo para que en la inauguración del curso de la Academia General Básica de Suboficiales -ubicada entre Tremp y Talarn, en la provincia de Lérida- estuviera presente el presidente del Consejo Comarcal de Pallars Jussá.
Así lo recoge el Ejército de Tierra en su página web:
“Entre las autoridades civiles presentes, destacó la asistencia del presidente del Consejo Comarcal del Pallars Jussá, representantes de los Ayuntamientos de Tremp, Talarn y Salás del Pallars, el subdelegado de Defensa en Lérida y los directores de los colegios e institutos de Tremp y Puebla de Segur”.
Todos ellos y los 537 nuevos alumnos de la academia escucharon los discursos del director, del jefe de estudios y del suboficial mayor, así como la lección magistral del jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, teniente general Gan Pampols, que habló de “El suboficial: esencia y compromiso en la profesión militar”.
El presidente de este consejo comarcal tomó posesión hace unos meses. Se trata de Josep Maria Mullol, que fue alcalde de Castell de Mur por Junts per Catalunya, la formación de Carles Puigdemont.
Mullol no sólo pertenece a JxCat, formación nítidamente independentista y que ahora de hecho apuesta por una línea más radical que ERC. También fue uno de los más de 700 alcaldes (de más de 900) que aprobaron decretos municipales en los que apoyaban el referéndum ilegal de independencia convocado por el Govern de Puigdemont para el 1 de octubre de 2017, y además se comprometían a designar locales municipales si eran necesarios.
Contra todos ellos, por tanto también contra el alcalde de Castell de Mur y ahora presidente del Consejo Comarcal de Pallars Jussá, abrió diligencias la Fiscalía por colaborar con un acto que había sido anulado por el Tribunal Constitucional y prohibido por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
En Castell de Mur, que cerró 2018 con 165 habitantes, se votó el 1-O. Según los datos oficiales del Govern de la Generalitat, de un censo de 148 personas participaron 181. Esta anomalía, esta participación del 122,3%, se explica (al menos, según el Govern de Cataluña) porque la intervención de las Fuerzas de Seguridad en algunos puntos de votación llevó a activar un “censo universal” que permitió a los catalanes votar no en su colegio electoral designado, sino en cualquiera de los lugares habilitados para este plebiscito ilegal.
El antecesor de Josep Maria Mullol en el Consejo Comarcal de Pallars Jussà fue Constante Aranda, de la antigua Convergència i Unió, ahora PDeCAT. Aranda, que también apoyó el referéndum en 2017, estuvo al frente del consejo comarcal entre 2015 y 2019, y durante esos años también asistía regularmente a actos en la Academia de Suboficiales del Ejército de Tierra.
Cabe apuntar que, aunque sí lo recoge el Ejército en su web, el Consejo Comarcal de Pallars Jussá no tiene ninguna referencia a la asistencia de Josep Maria Mullol a la inauguración del curso de la academia.
El acto tuvo lugar el 10 de septiembre. Justo el día después, el 11 de septiembre, el Consejo Comarcal de Pallars Jussá que presidente Mullol celebró la Diada de Cataluña y esos actos sí se reflejan en su web: además, se ilustran con una fotografía de la iglesia románica de Sant Climent de Taüll, donde tuvo lugar un acto institucional, que además de la senyera catalana lucía una bandera estelada independentista.
Cabe apuntar que la presencia del Ejército y de las Fuerzas Armadas es rechazada de forma general por los independentistas catalanes; sin embargo, en la zona de la Academia de Talarn, distintos alcaldes y representantes de la antigua CiU y de ERC han dado su apoyo al mantenimiento de este centro de formación de los suboficiales de Tierra, por la inyección económica que supone.
