Apenas el 23% de los universitarios españoles elige una ingeniería, cinco puntos menos que en Europa, y eso que la sociedad reclama su saber más que nunca
Estudiar una ingeniería casi garantiza un buen sueldo, un trabajo estable y una gran proyección laboral y creativa. Y, sin embargo, los estudios técnicos ha encallado en España y medio planeta cuando más se necesita a estos profesionales. En 2018 estudiaban un grado 2.600 potenciales ingenieros y 7.600 arquitectos menos que en 2015, en el último caso por la crisis del ladrillo. Por el contrario, Informática vive un repunte —5.500 inscritos más—, pero insuficiente para cubrir una demanda que crece de forma exponencial en un mundo cambiante que desconoce a qué se va a enfrentar.