Con la vista puesta en los próximos cuatro años y, sobre todo, muy pendiente de lo que pueda ocurrir tras conocerse la sentencia del juicio del «procés», la militancia de ERC no ha dado lugar a la sorpresa en las elecciones a la Ejecutiva Nacional
y ha ratificado a Oriol Junqueras
como presidente del partido y a Marta Rovira al frente de la secretaría general.
La candidatura de Junqueras, según fuentes del partido, obtuvo un 88,34% de los votos. Un resultado previsible que, con un 57,14% de participación, convierte también al vicepresidente de la Generalitat y adjunto a la dirección de ERC, Pere Aragonès, en hombre fuerte del partido en caso de inhabilitación de Junqueras.
También queda mejor posicionada Marta Vilalta, que pasa de ser vicesecretaria de estrategia a adjunta a la secretaría general. La votación, en la que participaron 5.195 personas de un censo de 9.087, superó en votos superó a las elecciones internas en 2015 (2.416 votos, un 32,92% de participación) y en 2011 (3.249 votos, un 44,77% de participación). Aragonès asume así el cargo de mayor importancia más allá de Junqueras y de Rovira y se convierte en la más que probable cara visible para el futuro del partido.
«ERC quiere ser la mejor herramienta para construir un país mejor, ya que los partidos no son más que esto, instrumentos para avanzar hacia unos objetivos determinados y en nuestro caso, dichos objetivos pasan por conseguir una Cataluña y unos Países Catalanes socialmente justos y con igualdad de oportunidades», declaró Aragonès antes de emitir su voto.
