Marc Márquez no necesita de muchos acicates para despabilar su apetito de victorias, pero correr en Misano, con los pitos de los tifosi de fondo y con un pique con Valentino Rossi de por medio, es una inyección de estímulos para que ansíe pisar la meta antes que nadie. "Lo del sábado fue un extra de motivación", concedió Márquez este domingo tras la carrera y aludiendo al encontronazo que tuvo en la pista con el 46 cuando ambos buscaban la pole. El líder del mundial se impuso en el Gran Premio de San Marino tras batir a Fabio Quartararo en la última vuelta.