¿Por qué madera?
– Mi abuelo era un «serrón» de Liébana; hombres que sacaban la madera con bueyes y mulas y cortaban el árbol con esas grandes sierras tipo soga-tira. Era también tratante de madera, pues vendía a otros aserraderos. Mi padre fundó el suyo propio y mi hermano Roberto y yo hemos modernizado y expandido el negocio a nivel nacional e internacional. Facturamos 15 millones de euros, exportamos a Asia, Europa y América del Norte, y damos empleo a casi 100 trabajadores.
– ¿Qué hacen exactamente?
– Somos un grupo de tres empresas y trabajamos en la gestión forestal sostenible, en la primera transformación (aserradero) y en la segunda, como fabricantes de productos de decoración y jardinería, y bioenergía: leña, pellets, astilla serrín y viruta, aunque nuestro fuerte es la materia prima y en concreto el roble.
– «Talar arboles es lo más ecológico que hay», me ha dicho. ¿Puede explicarmelo?
– El sector forestal no es tan diferente del sector agrícola, ya que los árboles también tienen su ciclo de vida. No es malo «cosecharlos» y replantar porque fijan el CO2 y devuelven oxígeno, pero, con los años, como todos los seres vivos, pierden fuerza. Hoy, es posible cuidar nuestros bosques. Su limpieza y ordenación contribuye a que se lleven a cabo actuaciones que reducen el riesgo de incendios. Se produce mejor madera –un material ecológico–, se aprovechan mejor los recursos y se protege y aumenta la superficie de árboles. No lo digo yo, lo dicen los ingenieros forestales, que diseñan las acciones sobre una población inventariada y protegida, y a los que sin embargo se cuestiona en sus estrategias por falsas creencias sobre desertización y cambio climático.
– Castilla y León acaba de anunciar que, en sólo 14 años, ha duplicado sus hectáreas forestales ordenadas, pasando de 427.000 a 900.000. ¿Qué significa?
– Es el gran ejemplo que tenemos en España de una excelente gestión forestal sostenible. Hay, sin embargo, mucha disparidad entre regiones, y autonomías que por un excesivo y mal entendido proteccionismo, dejan a sus árboles fuera de ciclo, envejecidos y hasta con riesgo de plagas.
– ¿Cuáles son los líderes madereros?
– EE UU y Canadá. En Europa, Alemania, Suecia y Finlandia. Y pocos saben que el sector forestal en Alemania ¡ha llegado a generar más empleo que el de la automoción! Además, el desarrollo del sector está muy ligado al de la población rural y por tanto a dar respuesta a problemas como la España vaciada. España importa muchísima madera cuando hay capacidad para producirla internamente. Tenemos producto e industria.
– ¿Tiene España potencial para ser un líder del sector?
– Somos el tercer país de Europa en superficie forestal. Tenemos grandes recursos y potencial para crecer, porque , hoy en día, multiplicamos la producción de arboles. Crecen más de los que se cortan. Crearíamos empleo en vigilancia, limpieza, mantenimiento... y aún estamos en una fase muy 1.0 de nuestra industria. Debemos trabajar por llegar a ser 4.0, desarrollando y aplicando todas las posibilidades de las nuevas tecnologías.
– Usted está al frente de la gestión y relaciones institucionales de una compañía familiar en un sector eminentemente masculino y poco entendido por la sociedad... ¿Cómo se siente?
– Pues me siento un poco consecuencia de mi hermano... fue él quién apostó por esto. Yo estaba en Londres con idea de dedicarme a otras cosas. Pero volví unas vacaciones y me pidió que le ayudara: «Quédate un poquito más...», me dijo. ¡Y aquí sigo! Y sí, este es un sector muy masculino, pero estoy decidida a estar en él y contribuir a su crecimiento, comunicando todo lo que podemos aportar de bueno a la Economía y la Sociedad.