El gigante del petróleo Aramco sufrió ayer un acto de sabotaje contra dos instalaciones en el este de Arabia Saudí, que fue reivindicado por los rebeldes huties del Yemen. Se trata del segundo ataque en este mes contra la compañía petrolera estatal saudí, lo que podría elevar aún más las tensiones en la región por los recientes sabotajes a buques e instalaciones petroleras protagonizados por Irán y sus aliados chiíes en el Yemen.
En un comunicado, el portavoz militar hutí, Yahya Sarea, confirmó que su grupo atacó con 10 diez aviones no tripulados dos refinerías estatales y precisó que los disparos de los drones fueron “precisos y directos”. Sin duda, se trató un ataque de gran envergadura contra la mayor planta de tratamiento de petróleo y sede de Aramco, en Abqaid, que puede procesar hasta siete millones de barriles de petróleo crudo por día. El segundo objetivo fue uno de los principales campos petroleros de la compañía, en Khurais,con reservas estimadas de más de 20.000 millones de barriles.
Elevadas columnas de humo negro se pudieron observar en la madrugada del sábado como consecuencia del bombardeo a las dos instalaciones que provocaron sendos incendios, que fueron rápidamente sofocados por los servicios de seguridad de Aramco, según fuentes del gobierno saudí. El portavoz rebelde justificó los ataques como una respuesta “legítima” a las agresiones de los últimos cinco años contra el Yemen, por parte de coalición militar liderada por Riad, que apoya el gobierno legítimo del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.
“Prometemos al régimen saudí que nuestras operaciones futuras se expandirán más y más y serán más dolorosas que antes mientras continúen las agresiones y el asedio”, advirtió el lider rebelde.
A los ataques de ayer a la multimillonaria compañía petrolera estatal le preceden otros el 7 de agosto, también reivindicados por los hutíes y en el que emplearon 10 drones contra el campo de Shaybah (este). También, el pasado 14 de mayo, los rebeldes yemeníes confirmaron un ataque con drones en la región de Riad, contra dos estaciones de extracción de un oleoducto, que provocó la interrupción de las operaciones.
