El Boeing 787, apodado Dreamliner y vez tildado de 'hermoso' por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría convertirse en una víctima de su creciente guerra comercial con China.
El enfrentamiento entre las dos superpotencias económicas ha inyectado una nueva dosis de incertidumbre en la producción y las entregas de fuselaje ancho de Boeing, particularmente para aviones como el 787 Dreamliner y el 777 que son populares entre las aerolíneas chinas, comentó Dennis Muilenburg, director ejecutivo del fabricante de las aeronaves.
"Aún tenemos la esperanza de que se logre un acuerdo comercial y que los aviones formen parte del mismo", dijo Muilenburg el miércoles en una conferencia de Morgan Stanley. "Pero la falta de un acuerdo comercial agrega riesgos. Así que estamos prestando mucha atención".
El Dreamliner de fibra de carbono, el avión de pasajeros más avanzado de Boeing, es una fuente esencial de efectivo y el fabricante trabaja con los reguladores para levantar la inmovilización del altamente rentable 737 Max.
Sin embargo, los analistas se preguntan cuánto tiempo la compañía con sede en Chicago podrá seguir fabricando 14 Dreamliners por mes, un ritmo récord para aviones de doble pasillo, a medida que la cartera de pedidos del 787 disminuye.
Boeing todavía tiene algunas entregas sin ocupar para el 787 en los próximos dos años y más vacantes en 2022, dice Sheila Kahyaoglu, analista de Jefferies, en un informe del 10 de septiembre.
"Sin una aceleración en la actividad de pedidos, estimamos que la tasa podría reducirse en 2022 con un posible anuncio a fines de 2020 o principios de 2021", escribió
