Sergio Higuita tiene aspecto de niño. Apenas supera el 1,60, acaba de cumplir los 22 años y siempre sonríe. Parece feliz, pero eso no le resta fuerza en el pedaleo. Su carrera se ha acelerado en los últimos meses y ha pasado de comenzar la temporada con el maillot naranja de la Fundación Euskadi a ganar su primera etapa en una gran vuelta.
Juanma Gárate, el director del Education First, quiso evitarle el salto directamente desde Colombia a un equipo de World Tour y por eso lo cedió al equipo vasco para el primer tramo de la temporada. Allí se sintió como en casa y ya dio señales del ciclista que puede llegar ser. Por eso Gárate adelantó su recuperación y ahora recoge el premio.
Higuita entró en la batalla desde el principio, enganchó con la escapada que se había formado en el principio de la etapa en el descenso de Navacerrada, el primer puerto que se subía. Y fue el único que resistió hasta el final.
Su carrera iba por delante. La de los favoritos, por detrás. Y mientras Higuita se marchaba en solitario en el descenso de La Morcuera, su compatriota Supermán López intentaba recuperar un puesto en el podio. El segundo ascenso a La Morcuera marcó el inicio de sus ataques. Valverde siempre respondía, hasta que el colombiano consiguió marcharse. Lo dejaron ir. "No hemos ido a por él porque teníamos gente por delante y en el grupo y hemos preferido que se desgaste", explica Valverde.
Alejandro siempre vigilaba la rueda de Supermán. Y Roglic siempre vigilaba a Valverde. Llegaron juntos los tres. Con Majka, que se unió más tarde y con Pogacar y Quintana sufriendo por detrás. Nairo mantiene su puesto en el podio, ahora es tercero, y Valverde pierde dos segundos de bonificación al ser superado por Roglic en el esprint.
