Después de los grandes cambios realizados el pasado año se daba por sentado que esta temporada los relojes inteligentes de Apple iban a estar desaparecidos. Craso error. Se han anunciado dos nuevos modelos de Apple Watch Series 5, cuya distinción más importante es el material escogido para su fabricación, titanio y cerámica. Y una promesa: una batería más eficiente.
La mayoría de las novedades son más bien cosméticas. Es una renovación más continuista porque, estéticamente, se parece bastante a su predecesor. Aunque con cierto interés como la nueva pantalla, que estará «siempre encendida», con lo que no hará falta tocar la pantalla para consultar alguna información . Esta escueta renovación del dispositivo «wearable» -vestible- tiene como gran diferenciación nuevas funciones para la monitorización de la salud. Entre algunas funciones novedosas destaca la presencia de una brújula.
El nuevo Apple Watch, además, viene con una batería de mayor tamaño que promete -a falta de una revisión exhaustiva- una mayor autonomía. Estará gobernado por el sistema operativo WatchOS 6, que estrena nuevas prestaciones de salud y forma física, como la nueva «app» «Control de Ciclos», que permite a las usuarias registrar información importante sobre sus ciclos menstruales, ver cuándo está previsto su próximo periodo y saber cuáles son sus días fértiles.
La «app» Ruido ayuda a los usuarios a conocer los niveles de sonido ambiental en entornos como conciertos y eventos deportivos que podrían afectar negativamente a la audición, y las tendencias de actividad en el iPhone muestran una vista a largo plazo de sus patrones de actividad para ayudarlos a comprender su progreso. También ofrece nuevas esferas de reloj dinámicas, como Meridian, Modular Compact y Solar Dial, que pueden personalizar fácilmente para acceder rápidamente a los servicios.
Es una muestra más de la evolución del producto a lo largo de todas las ediciones desde su debut en 2015. Desde entonces, se han mejorado algunos aspectos como la capacidad del micrófono, los servicios de salud, la calidad de su pantalla o su impermeabilización, así como la adaptación a las redes LTE que le han servido para cortar el cordón umbilical respecto al iPhone, el dispositivo matriz al que se debe emparejar para sacarle verdaderamente partido. Además, estará fabricado, por primera vez, en aluminio reciclado.
El dispositivo llega, además, con la promesa de mejorar la duración de su batería, que sigue siendo uno de los principales inconvenientes. Durará, según la compañía, un día, aunque será todavía muy escaso para las exigencias de los consumidores. El nuevo modelo empezará en los con 399 dólares -permitirá rebajar a 199 dólares el modelo Series 3- y llegará el 20 de septiembre.
Pese que son pocas las innovaciones introducidas en esta nueva generación, es posible que el «wearable» de la manzana siga cosechando numerosas ventas. De hecho, la multinacional domina este segmento de mercado a nivel mundial. Solo el pasado año, según datos de la consultora Strategy Analytics, el Apple Watch acumuló más de la mitad de las ventas de relojes inteligente y, además, duplicando las cifras de sus más directos competidores, Samsung y Fitbit.