Luego del triunfo de Rafael Nadal el pasado domingo sobre Daniil Medveded en el US Open, he leído a muchos especialistas estadunidenses que iniciaron un enésimo debate sobre quién del Big 3 (Nadal, Federer y Djokovic) es el mejor. Una polémica innecesaria, que no lleva a nada creo yo, pues los tres son extraordinarios jugadores que han dominado el deporte blanco del 2003 a la fecha, acaparando entre los tres 55 títulos de Grand Slam.
A sus 38 años, Federer sigue siendo competitivo y se mantiene como el jugador con más campeonatos de Grand Slam en la historia (20); a sus 33 años, Nadal ganó dos títulos grandes este año y llegó a la final en Australia; contabiliza 19 títulos Grand Slam en su carrera, mientras que Nole, a sus 32 años, presume de 16 grandes, incluidos cuatro en los dos últimos años.
Los tres, obvio, tienen sus seguidores que ponderan su juego y aplauden sus triunfos. Con el suizo es de aplaudir que a sus edad continúe en los primeros planos y ganando títulos.
En ese sentido, el de la edad, la ventaja la podrían tener Rafa y Nole, pues si no aparecen lesiones importantes, tienen el tenis para alcanzar o rebasar en Grand Slams a Roger.
Nadal parece no tener rival por ahora para seguir levantando trofeos en Roland Garros, su torneo, el cual ha ganado en ¡12 oportunidades!, además de que sigue compitiendo muy bien en cancha dura.
Y Djokovic, quien a raíz de su recuperación tras su lesión en el codo hace dos años, luce muy fuerte tanto en cemento como en pasto.
Así que disfrutemos mejor del talento de estos tres grandes del tenis, y no nos desgastemos en decir quién es el mejor.
Los tres primeros del ranking (Nole, 1; Rafa, 2 y Roger, 3) continuarán dando cátedra y ganando títulos de Grand Slam algunos años más, haciéndole muy difícil el camino a las nuevas generaciones que sueñan con heredar su legado.
