Una forma de ayudar a los niños a superar el estrés y la ansiedad que puede llegar a producir la estancia hospitalaria e intentar convertir la experiencia en el centro del pequeño y su familia en una vivencia más positiva es poder contar con herramientas que de alguna forma les ayuden a asimilar de la mejor manera este proceso. Esta suerte de intervención clínica, que hoy queda enmarcada bajo el epígrafe de Humanización, es uno de los baluartes que destaca en el Servicio de Pediatría Integral del Hospital Quirónsalud Valencia.
Así, desde el centro valenciano apuntan que “su objetivo es la humanización de la asistencia. Nuestra Unidad de Pediatría lleva el apellido “integral” porque nos preocupa no sólo el órgano enfermo, sino el niño en su conjunto y su entorno. El sufrimiento del niño ante situaciones estresantes es global y global debe ser el enfoque terapéutico”.
Proyectos
La meta general de todas las actividades de este equipo médico en ese aspecto de la asistencia, busca la consecución de convertirse en un “hospital sin dolor” y disminuir las experiencias negativas tanto del niño como de su entorno. “Sabemos que es un objetivo lejano y difícil de conseguir, pero hoy, por ejemplo, estamos más cerca que hace un año y eso es lo importante: avanzar en el objetivo de la humanización de la sanidad”, apuntan desde el servicio de Pediatría.
Las gafas de visión virtual, por ejemplo, son un elemento más en esta tarea. Esta opción forma parte del conjunto de técnicas conductuales de distracción que se utiliza en procedimientos dolorosos. “En general sus resultados son positivos. La clave está en la adecuada elección de cada técnica para cada paciente. En eso, la íntima relación del personal de enfermería/auxiliares de clínica de urgencias pediátricas con el pediatra responsable del paciente que vivimos en este servicio hospitalario favorece la adecuada elección”, explican.
Uno de los objetivos del Servicio de Pediatría Integral del Hospital Quirónsalud Valencia es disminuir la percepción de la ansiedad en el niño durante las actuaciones médicas, para ello han ha puesto en marcha diferentes acciones y protocolos entre los que destaca la utilización de coches teledirigidos para trasladar al pequeño paciente de su habitación al quirófano o a la realización de una prueba de imagen con el fin de que viva esta experiencia como algo lúdico, sin ansiedad y no lo recuerde como algo traumático.
Todas estas actuaciones resultan muy beneficiosas, tanto para los menores como para sus familiares y personal sanitario. “Los niños no sufren sin necesidad, de manera que su recuerdo de la estancia en el hospital deja de ser doloroso; mejoramos su estado de ansiedad y, con ello, el de padres y familiares”, explica el doctor Pin. “Además, diferentes estudios han demostrado que la implantación de estas técnicas disminuye el tiempo de estancia hospitalaria e incrementa la percepción de la calidad de la asistencia”, añade.
Los pacientes, niños y adultos, por su condición necesitan intervención terapéutica profesional, “ya sea porque están viviendo situaciones de ansiedad, miedo, agobio e incertidumbre o porque van a ser intervenidos y tienen altos niveles de estrés. Está demostrado que las intervenciones con perros bajan los niveles de cortisol, al ser sesiones donde se favorece la relajación”, explica el jefe de Pediatría Integral. Diversos estudios han evidenciado los cambios fisiológicos que se producen en los niños derivados del contacto directo con los perros como son la regulación cardiaca, disminución de la presión arterial y la liberación de hormonas que ayudan a la distensión fisiológica de los pequeños.
