Úrsula von der Leyen ha desvelado hoy el reparto de carteras dentro del ejecutivo comunitario que comenzará su andadura a partir del 1 de noviembre y que deberá enfrentarse a retos tan endiablados como un posible Brexit caótico, la contienda comercial entre China y EE UU con la UE como gran perjudicada y el drama migratorio.
La política alemana ha emprendido el camino trazado por el aún presidente del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y ha creado un ejecutivo comunitario repartido en equipos de trabajo en los que los vicepresidentes ostentarán funciones de coordinación. Von der Leyen estará flanqueada por el socialista holandés Frans Timmermans y la liberal danesa Margrethe Vestager. Hasta aquí ha seguido el guión previsto, ya que ambos fueron candidatos a la presidencia del ejecutivo comunitario y su puesto como vicepresidentes ejecutivos fue negociado por los jefes de Estado y de gobierno de los Veintiocho el pasado mes de julia.
Pero la política alemana tenía guardado un gran as en la manga que ha levantado exclamaciones de estupor en la sala de prensa. La política danesa no sólo se encargará de coordinar todas las áreas bajo el epígrafe deEera digital sino que también se mantendrá en su todopoderosa cartera actual de Competencia desde la que se ha convertido en el látigo de las multinacionales ( sobre todo del mundo digital )y con la que ha conseguido el apodo de “la señora de los impuestos” por parte de Donald Trump.
Precisamente desde Estados Unidos se ha achacado a la UE utilizar las multas a gigantes como Apple, Google o Facebook por abuso de su posición de dominio en el mercado, con el propósito de enmascara que el club comunitaria está perdiendo la carrera digital. Hasta el momento, la cartera de Competencia tampoco había estado ligada a ninguna otra atribución dada su ingente labor, pero Von der Leyen ha defendido la coherencia de este reparto y se ha defendido contra las acusaciones de posible “politización” de una cartera caracterizada por su poder omnímodo. La alemana se estrena con un poderoso recado a Trump y el interrogante sobre si su apuesta resultará vencedora.
Frans Timmermans ha sido designado como el responsable de coordinar todas las áreas involucradas en la lucha contra el cambio climáticodentro del epígrafe Green Deal, como muestra del compromiso de la nueva comisión van der Leyen en este ámbito. Como modo de equilibrar la brecha Este- Oeste, el letón Valdis Dombrovskis –conocido por su apuesta por la ortodoxia fiscal- ha sido elegido como vicepresidente económico. Y aquí von der Leyen vuelve a hacer gala de capacidad de maniobra: un halcón volverá a vigilar a una paloma (se repite el tándem con el francés Pierre Moscovici) y la paloma no es otra que el candidato italiano, Paolo Gentiloni. La ex ministra de Defensa alemana premia así el giro proeuropeo de Roma a pesar del posible conflicto de intereses ante la abultada deuda del país transalpino y la escasa experiencia de Gentinoli en estas lides.
El español Josep Borrell, elegido en la cumbre del 2 de julio por los líderes europeos para este puesto, coordinará las áreas de política exterior como alto representante de la política exterior.