El pasado 2 de julio Josep Borrell fue propuesto como Alto Representante de Política Exterior y Política Exterior de la UE. Se cumplía así el gran objetivo de Pedro Sánchez, que negoció con intensidad ese cargo para el todavía ministro en funciones. No obstante, el examen que aún tiene que pasar el candidato ha encendido todas las alarmas en Moncloa.
Según explican al Confidencial Digital fuentes de la delegación española en Bruselas, a Josep Borrell le espera “toda una encerrona” en el 'hearing' al que tendrá que someterse en el Parlamento Europeo antes de ser confirmado como jefe de la diplomacia europea.
Un examen que tendrá lugar en las próximas semanas y que, pese al pacto entre el Partido Popular Europeo, el Partido Socialista Europeo, y Renovar Europa -la antigua ALDE- para el reparto de los cargos comunitarios amenaza, y muy seriamente, el nombramiento de Borrell.
Todo ello porque algunos de los eurodiputados de los tres grandes grupos europeos y pertenecientes a la Comisión de Asuntos Exteriores han decidido “ir fuerte” contra Borrell, sumándose al duro interrogatorio que le preparan los representantes del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria (GUE).
En estos grupos, además, están integrados los eurodiputados de Vox y del PDeCAT -en el caso de ECR- y de Unidas Podemos y Esquerra Republicana -en GUE-. De hecho, en la propia Comisión de Exteriores están presentes Hermann Terstch (Vox), Diana Riba (ERC), y Manu Pineda e Idoia Villanueva (Unidas Podemos).
Estos eurodiputados españoles y sus respectivos grupos llevan tiempo preparando un 'hearing' muy duro contra Josep Borrell, al que se le pedirán explicaciones por la multa de la CNMV por vender acciones de Abengoa con información privilegiada. Además, también le reprocharán la recepción que realizó en Exteriores a su homólogo iraní y sus declaraciones sobre Rusia, a la que consideró “un enemigo”.
Ahora, y según las fuentes consultadas, eurodiputados del Partido Popular Europeo, del Partido Socialista Europeo y de Renovar Europa presentes en dicha Comisión han decidido apoyar esa hoja de ruta de los conservadores y la izquierda comunitaria, poniendo en un serio aprieto al candidato a Alto Representante.
Desde la delegación española en Bruselas explican, de hecho, que eurodiputados del PPE ya han requerido a sus compañeros españoles información sobre Abengoa para interrogar a Borrell sobre ese asunto. Además, “a los alemanes no les gustó Borrell como presidente del Parlamento Europeo y aún lo recuerdan”.
Por otra parte, también desde el Partido Socialista Europeo existen “viajas facturas” por cobrar, tanto al propio Borrell como al propio Gobierno de Pedro Sánchez: “Algunos acusan al presidente de no haber peleado de verdad por la candidatura de Timmermans a la Comisión y buscar únicamente colocar a Borrell”.
Por todo ello, añaden, “van a ir a por él” y pueden dejarle “muy debilitado” de cara a su elección definitiva por parte de la Comisión: “Si el dictamen es desfavorable, las presidencias del Parlamento y de la Comisión pueden llamar al Gobierno para trasladarle la necesidad de buscar otro candidato”, advierten desde Bruselas.
Tal es la incertidumbre acerca del nombramiento de Borrell como Alto Representante que, tanto en Moncloa como en Bruselas, se empiezan a manejar ya diferentes alternativas por si el aún ministro de Exteriores fracasa en su 'hearing'.
Así, altos cargos de la Comisión y del Parlamento europeos apuestan por el eslovaco Maros Sefkovic como sustituto de Borrell para hacerse cargo de la diplomacia comunitaria. Socialista y ex vicepresidente de la Comisión, su nombre ya sonó con fuerza el pasado mes de mayo. Y, de hecho, “desde el propio PSE muchos lo prefieren a Borrell”.
En cuanto al Gobierno, las fuentes consultadas explican que, de no prosperar la candidatura de Borrell, Moncloa propondrá la designación de Nadia Calviño como comisaria económica, un cargo muy del agrado de la actual ministra de Economía en funciones.
En esta ofensiva contra la candidatura de Borrell, el papel de los eurodiputados de PP y de Ciudadanos no va a ser beligerante. Ninguno de estos partidos tiene representantes en la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, pero desde fuera van a apoyar al candidato español.
Desde ambas formaciones destacan que no hacerlo “no solo es ir en contra de los intereses de España, sino hacerle el juego a Podemos y los independentistas”.
Por otro lado, en el PP destacan que “nosotros no somos como el PSOE”, recordando, en este sentido, la oposición de los socialistas españoles a la candidatura de Miguel Arias Cañete como comisario europeo de Energía.
