El partido del presidente Vladimir Putin, Rusia Unida, ha perdido un tercio de los escaños en el parlamento municipal de Moscú, según los resultados de los comicios recogidos por las agencias de noticias rusas. Se trata de un incómodo revés para el Kremlin. Aun así, el partido oficialista retuvo la mayoría en Moscú, después de las elecciones locales en el país, y sus candidatos a gobernadores regionales han ganado en San Petersburgo y otras partes del vasto país. El resultado de los comicios locales estuvo seguido muy de cerca en Moscú, después de la exclusión de muchos de los candidatos opositores a presentarse y las consecuentes y masivas protestas, las mayores de la última década. La indignación en la opinión pública, debido a la caída de los salarios y al impopular aumento de la edad de jubilación, también han avivado las protestas moscovitas. De hecho, el Partido Comunista es la fuerza política que más se ha beneficiado del descontento en las elecciones del domingo.
El portavoz de Putin dijo ayer que el Kremlin piensa que Rusia Unida lo ha hecho bien a pesar del contratiempo en Moscú. «El partido ha mostrado su liderazgo político», indicó a la prensa el portavoz Dimitri Peskov.
El destacado opositor político Alexei Navalny y sus aliados vieron los comicios de Moscú como una oportunidad para realizar avances contra Rusia Unida de cara a las elecciones parlamentarias de 2021. Los aliados cercanos de Navalny se encontraban entre aquellos excluidos de la votación en Moscú, por lo que había aconsejado a sus simpatizantes que votaran de manera táctica por los candidatos que, habiendo pasado la criba de las autoridades electorales, tenían las mejores opciones para derrotar a Rusia Unida.
El partido de Putin ganó 25 de los 45 asientos en juego de la asamblea de Moscú. En las últimas elecciones en la capital rusa, en 2014, Rusia Unida lo hizo mejor, ganando 28 escaños como partido, y otros diez a través de una decena de candidatos independientes. Para estos comicios, todos los candidatos de Moscú se renombraron como independientes en un intento de distanciarse de su propio partido, cuya popularidad lleva cayendo durante los últimos diez años.
Por su parte, el Partido Comunista logró trece asientos el domingo, mientras que en las últimas elecciones solo logró cinco, a expensas de Rusia Unida, según los sondeos. El partido opositor liberal Yabloko ganó cuatro asientos, y el partido socialdemócrata Rusia Justa, tres.
Al menos seis soldados rusos en Moscú indicaron a Reuters que habían sido forzados a votar y les dijeron que debían mostrar pruebas fotográficas a sus superiores de que lo habían hecho. Esta táctica de presión sobre los soldados se emplea para aumentar la tradicional baja participación en Moscú y también para inclinar los resultados en favor de los candidatos pro-Kremlin. La participación en Moscú fue inferior al 22%. «Somos forzados a votar y tenemos que reportar a los jefes», dijo un soldado bajo condición de anonimato. «No nos dicen por quién votar, pero sí que cumplamos con nuestro deber cívico». El Ministerio de Defensa no comentó sobre esta práctica. Reuters