Apenas empezó la semana y ya la mente de muchos laguneros está puesta en el Grito de Independencia, de cómo lo habrán de celebrar y más que caerá en domingo.
Habrá puente y algunos saben que podrán disfrutar desde el mismo viernes, por lo que se puede decir que habrán de celebrar en grande y pasarla bien con familiares, amigos o hasta salir a los distintos sitios turísticos de la región lagunera o bien, una escapadita a Mazatlán no caería nada mal. Muchos negocios ya se están preparando, principalmente los restaurantes saben que la noche del domingo 15 podrán abrir sus puertas a los “gritones”, a esos que a todo pulmón entonan el ¡viva México!.
Los grandes centros comerciales tienen adornos alusivos a esta importante fecha, lo mismo que los centros comerciales, en donde invitan a disfrutar el día del Grito de Independencia con una excelente cena con sus productos, desde carne para asar hasta venta de bebidas espirituosas.
En la explanada de la Plaza Mayor se están iniciando los preparativos, habrá música y el alcalde Jorge Zermeño, ya afina la garganta para dar el tradicional grito.
No cabe duda que los laguneros son fiesteros, por lo que habrán de festejar en sus casas o bien, realizar reuniones familiares en algún lugar, sin faltar aquellos que habrán de asistir a las instalaciones de la Feria de Torreón, en donde también habrá de celebrarse en grande entre comida, atracciones mecánicas, refrescos amargos y todo lo necesario para pasarla bien.
Al caer en domingo y el lunes ser festivo, no cabe duda que muchos laguneros habrán de pasarla bien, empezarán temprano y terminarán la celebración hasta altas horas de la madrugada, por lo que los departamentos de Tránsito y Vialidad de los diferentes municipios, tendrán que estar muy atentos, para detener a conductores ebrios y evitar que se presenten accidentes viales.
Muchas familias quedaron muy gastadas con el regreso a clases, pero para disfrutar del Grito de Independencia, aparece el dinero para comprar lo necesario, claro, sin que falte el alcohol, ese que puede ser el animador de los festejos, pero que su excesivo consumo convertirse en una trampa mortal.
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