Un grupo de científicos extrajo de las profundidades del mar de Puerto Progreso, Yucatán, un registro geológico de cuando un asteroide se estrelló contra la Tierra y extinguió a los dinosaurios hace 65 millones de años.
De acuerdo con Wall Street Journal (WSJ), los científicos trabajaron a bordo de un barco de perforación llamado Lifeboat Myrtle anclado en alta mar en Puerto Progreso para obtener muestras de la roca del cráter Chicxulub.
En 2016 perforaron el borde interior del cráter por primera vez, enterrado en el fondo marino debajo de aproximadamente 457 metros de piedra caliza depositada hace millones de años desde el impacto.
El análisis de estas nuevas muestras del cráter Chicxulub, hecho público el lunes, revela escombros depositados en capas casi minuto a minuto en el centro del impacto durante el primer día de la catástrofe.
Además, registra rastros de la fusión explosiva, terremotos masivos, tsunamis, deslizamientos de tierra e incendios forestales, el día que el inmenso asteroide hizo un agujero de 161 kilómetros de ancho y 19 kilómetros de profundidad, dijeron los científicos acorde con el medio.
Los sedimentos también ofrecen evidencia química de que el desastre arrojó cientos de miles de millones de toneladas de azufre de la roca oceánica pulverizada a la atmósfera, desencadenando un invierno global en el que las temperaturas en todo el mundo cayeron hasta 30 grados Celsius durante décadas, continuaron los expertos.
"Nos dice lo que sucedió dentro del cráter en ese día fatal que mató a los dinosaurios", dijo Jay Melosh, geofísico de la Universidad de Purdue, que estudia los cráteres de impacto y que no era miembro del equipo de perforación. "Todo este caos se registra directamente en el núcleo".
Los científicos del consorcio de perforación fueron liderados por el geofísico Sean Gulick de la Universidad de Texas en Austin, quien fue cojefe del proyecto de 10 millones de dólares, patrocinado por el programa internacional Ocean Discovery y el programa Continental de Perforación Científica.
La investigación fue publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
Los geólogos señalan, en el estudio citado por WSJ, que en este cráter cientos de kilómetros de sedimentos se acumularon rápidamente, registrando efectos de impacto como una cámara de acción de alta velocidad.
"Aquí tenemos 130 metros en un solo día", dijo el Dr. Gulick. "Podemos leerlo en la escala de minutos y horas, lo cual es sorprendente".
El asteroide destruyó una cavidad entre 40 y 48 kilómetros de profundidad en los primeros segundos del impacto, creando un caldero hirviendo de rocas fundidas y vapor sobrecalentado, según la interpretación científica de la roca. Incluso el análisis detalla que una columna de roca fundida se elevó en un pico más alto que el Monte Everest por un efecto de rebote.
En cuestión de minutos colapsó sobre sí misma salpicando gigantescas olas de lava hacia afuera que se solidificaron en un anillo de picos altos. Más tarde, el agua del mar volvió a los picos recién formados, cubriéndolos en una capa de rocas de impacto.
"A medida que los minutos se convirtieron en horas, las olas se asfixiaron con fragmentos de vidrio volcánico y rocas astilladas ondularon de un lado a otro, cubriendo los picos en una capa de roca de impacto llamada suevita, dijeron los científicos. Conforme pasaban las horas, el retrolavado de las olas agregó más y más escombros finamente clasificados", expusieron los investigadores.
Los astrónomos y la NASA ahora utilizan cartografía para analizar rutinariamente las órbitas de asteroides y enjambres de meteoritos cercanos en busca de signos de colisiones potencialmente letales.
La agencia espacial está planeando una misión en 2021 a un asteroide cercano llamado Didymos para probar formas de desviar con seguridad un cometa o asteroide peligroso antes de que golpee.
Los científicos explican que el asteroide que mata dinosaurios tiene hasta 50 kilómetros de diámetro, y que es un evento que ocurre solo una vez cada mil millones de años.