Una decidida apuesta por la investigación en la Universidad. Ése será uno de los grandes retos de la Junta para los próximos cuatro años como manifestó el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, al abrir el curso académico 2019-2020 en la Universidad de León. Para ello, según anunció, se incrementará la inversión en programas destinados a fortalecer este tipo de actividades, pasando de los 23,5 millones actuales a 36,5 en el futuro más inmediato.
Fernández Mañueco pretende avanzar en el diseño de «un modelo de investigación escalonado y planificado» en el que se apoye financieramente la actividad investigadora mediante subvenciones competitivas y apoyos a los grupos de investigación reconocidos de las distintas universidades públicas.
Este modelo también busca fortalecer los recursos humanos destinados a la investigación, con ayudas a la contratación de personal investigador predoctoral y posdoctoral, así como de investigadores distinguidos e «impulsar el desarrollo de una verdadera carrera investigadora en Castilla y León», para lo cual se pondrán en marcha programas de rejuvenecimiento de las plantillas, de fijación de talento y de estabilización del profesorado universitario temporal.
El presidente de Castilla y León también anunció que continuará con el proceso de «reducción progresiva» de las tasas universitarias, que este mismo curso alcanzó un 20,2 por ciento, y creará en los próximos años unas «becas de excelencia» destinadas a los estudiantes con mejor expediente académico.
Con el aula magna del Edificio El Abéitar de la Universidad de León (ULE) como telón de fondo, Fernández Mañueco, confirmó que el Gobierno autonómico continuará con el proceso para adecuar las tasas universitarias de la Comunidad a la media nacional. El curso pasado comenzó con una reducción del cinco por ciento, a la que se añade otro 20,2 por ciento en el curso que ahora comienza, en un proceso de ajuste que se culminará a lo largo de la legislatura, señaló.
Por otro lado, el presidente reafirmó su compromiso de incrementar progresivamente el presupuesto destinado a las universidades de la Comunidad, con el objetivo de que éstas puedan afrontar «con garantías» los retos a los que se enfrentan en la actualidad, entre los que citó «una mayor apuesta por la investigación y la innovación, la internacionalización y el impulso a la transformación digital».
Según explicó el presidente, ese presupuesto destinado a las universidades contempla tres tipos de financiación: una básica para atender sus gastos de personal, que será la fuente principal de recursos y que está basada en parámetros objetivos; una competitiva, para atender programas de mejora de calidad y eficiencia y convocatorias de investigación y una tercera singular, en función de las características y necesidades peculiares de cada universidad.
En cuanto al reto de la internacionalización, destacó la necesidad de avanzar en un camino que constituye una prioridad de la UE para establecer un Espacio Europeo de Educación de cara al año 2025 o desarrollar el Programa de la Universidad del Español para atraer nuevos alumnos.
