Es el nombre que corre de boca en boca en la Vuelta como una serpentina de pólvora. Tadej Pogaçar, 20 años, nacionalidad eslovena, la revelación de la carrera y proyecto de figura mundial. «Tenemos uno muy malo», bromeaba antes de comenzar la carrera el director vizcaíno Josean Matxín, director del UAE. Superado el ecuador de la prueba, Pogaçar es el apellido más repetido.
«Es un talento enorme, pero hay que dejarlo madurar. No podemos apresurarnos, aunque él tampoco es de frenar mucho», lo define Matxín, director de largo recorrido que tiene en sus manos no solo un proyecto personal con Pogaçar, sino un equipo financiado por los Emiratos Árabes con el que espera prosperar gracias al esloveno. En junio lo renovó por cuatro años, hasta 2023.
En el Emirates Pogaçar es el niño, el novato al que todos tratan con cierta condescendencia de veteranos. El líder de la formación, Fabio Aru, anda deprimido porque no termina de recuperar la forma (fue el ganador de la Vuelta 15 y segundo en el Giro 15 detrás de Contador) después de una operación. Pogaçar aún no ha ocupado ese papel preponderante, pero está en ello.
Su mayor eimpedimento respecto al grupo árabe es que no habla italiano ni español, idiomas de referencia en UAE, aunque sí un inglés pulcro ya que estudió en colegio bilingue en Eslovenia.
El chaval afronta en la Vuelta su primera carrera de tres semanas. No conoce aún la respuesta de su cuerpo a un esfuerzo mayor de diez días de competición. Cuando más se acercó a esto fue en el Tour delPorvenir 2018 y en el Tour de California 2019. Ganó ambas carreras.
También se impuso en la general de la Vuelta al Algarve en el inicio de la temporada ciclista 2019. Y capturó una etapa en la siempre exigente Vuelta al País Vasco. Todo lo que hace es dar pasos hacia adelante. En la Vuelta a España ganó la etapa reina en Andorra, en la tempestad y el granizo, y después de la contrarreloj se ha integrado en el grupo de cinco magníficos que optan al podio de Madrid.
