Hacía muchos meses que de la boca de Gareth Bale no salía ni una sola palabra en público. Desde que en el mes de abril Zidane le señalara de manera definitiva y pidiera al club su venta este verano, el futbolista británico decidió apartarse, aún más, del foco, y continuar su camino en el Real Madrid sin hacer ruido. Cerrado el mercado de fichajes, y una vez terminado el culebrón de su no adiós al club blanco, Bale ha hecho balance de un verano muy movido.
«Tras una mala temporada, no solo mía, sino de todo el equipo, he sido considera el chivo expiatorio», explica el futbolista en una entrevista con Sky Sports, en un claro mensaje para las personas que mandan en el club, con las que no parece encontrarse muy contentas: «No se juega feliz en mi situación, claro. Pero soy un profesional y me he dedicado a entrenarme bien para estar preparado cuando tocara. Me ha sorprendido el cambio de opinión respecto a mi futuro, pero estoy seguro de que habrá muchas más turbulencias, si te soy honesto. Supongo que es algo de lo que tendremos que hablar en algún momento el Real Madrid y yo, y tendremos que llegar a algún tipo de conclusión».
