Un saludo para todos los seguidores de Cocina con JR. Hoy te invitamos a preparar unos churros deliciosos y crujientes. Sabemos que muchos gustan de ellos y ahora tienes la oportunidad de hacerlos con esta receta casera, y en muy poco tiempo.
Como detalle curioso te contamos que en muchos países forman parte de un tradicional desayuno, su sabor dulce junto a un chocolate caliente es la combinación perfecta para iniciar un buen día. Pero es usual que acá se coman en meriendas, y a veces rellenos de cuantos sabores desees, dulce de leche, chocolate, leche condensada, en fin.
Según conocimos hay muchas formas de hacer esta preparación, y nosotros te brindaremos una de ellas, unido a unos consejos que pueden hacer más sabrosos estos churros.
Ingredientes
- 250 ml de agua
- 125 g de harina
- 1 pizca de sal
- Aceite vegetal para freír
- Azúcar blanca para espolvorear
Elaboración
- Coloca el agua y la pizca de sal en una olla de mediano tamaño a fuego medio y deja que rompa el hervor.
- Cuando comience a hervir, baja el fuego a lento, agrega toda la harina y con la ayuda de una espátula o cuchara de madera revuelve para integrar bien los ingredientes.
- Cuando esté formada la masa y ya no peque de los bordes de la olla es señal de que está lista, apaga el fuego y déjala enfriar un poco a temperatura ambiente.
- Con la masa tibia, colócala en una manga pastelera o churrera, siempre con boquilla en forma de estrella.
- También puedes sobre una bandeja o papel de hornear darles formas a los churros, ya sea alargados, en forma de corazón, o como gustes, te quedará un total aproximado de 8 medianos.
- Pon suficiente aceite a calentar en una sartén a fuego alto, cuando esté caliente agregalos y fríelos hasta que se doren, Cuidado de no pasarte para que no se quemen.
- Cuando estén completamente dorados sácalos del aceite y déjalos escurrir sobre una bandeja o plato con papel de cocina, así se eliminará el exceso de grasa.
- Por último, espolvoréalos con suficiente azúcar blanca y listo.
- Recuerda que puedes rellenarlos con el sabor que prefieras, así obtienes diferentes tipos de una misma receta.
Algunos consejos
Si le agregas leche y mantequilla realza aún más su sabor y textura, aunque es preferible comerlos acabados de hacer porque dura menos tiempo su aspecto crujiente. En este caso necesitarías:
- 250 g de leche
- 30 g mantequilla (sin sal preferentemente)
- 1 yema de huevo
- 250 ml de agua
- 125 g de harina
- 1 pizca de sal
- Aceite vegetal para freír
- Azúcar blanca para espolvorear
Elaboración:
- En una olla pon la leche a hervir a fuego medio, añade 5 gramos de azúcar, la mantequilla y la pizca de sal (si es mantequilla con sal no necesitas añadir la pizca de sal).
- Cuando se derrita la mantequilla agregamos la harina y mezclamos bien con cuchara de madera ya que la masa es un poco pesada.
- Apagamos el fuego cuando se forme la masa, continuamos mezclando hasta que se despegue de la olla.
- Echamos la yema de huevo y seguimos resolviendo hasta que se integre bien.
- Ya integrada la yema de huevo dejamos reposar para que se enfríe un poco, durante este tiempo la olla debe permanecer caliente, pero con el fuego apagado.
- Con la masa tibia amasamos unos 5 minutos para evitar que se formen burbujas a la hora de freírlos.
- La echamos en una manga pastelera con punta ancha y en forma estrellada.
- Vamos presionando y los echamos en aceite caliente, freímos hasta que se doren.
- Escurrimos en una servilleta o papel de cocina y espolvoreamos con suficiente azúcar blanca.
(Con información del sitio digital Receta cubana)
