Para la prensa occidental, quienes se manifiestan en Hong Kong contra el gobierno chino son “activistas”. Quienes lo hicieron contra la reunión del G7, en Biarritz, “radicales”. En Hong Kong hay “protestas”, en Biarritz hubo “altercados” o “disturbios”. La violencia extrema y las banderas de EE.UU. y Reino Unido exhibidas en las manifestaciones de Hong Kong son elementos cuidadosamente apartados por la prensa.