Pocas cosas pueden ser más fáciles que hablar mal de Noticieros Televisa por tener ahora a Danielle Dithurbide en el lugar de Carlos Loret de Mola en Despierta. ¡Y qué me dice de Tercer grado! No solo ya no está Joaquín López-Dóriga, ahora se suman, a esa emisión, Genaro Lozano y Sergio Sarmiento. Esto es un banquete para los enemigos de Televisa, porque, quien quiera, puede intrigar
Perdón, pero yo quisiera ir más allá. Todo, en todos los medios de comunicación, se está moviendo. Ya no estamos en los tiempos de Zabludovsky. Hoy la información viaja de otra manera, el papel de la tv es otro y, lo más importante, ya no hay estrellas. En medios tradicionales, todos los comunicadores son desechables, lo que pesan son las marcas. Por eso los números no se mueven, como hubiera sucedido antes, si un conductor está o no está. Despierta, Tercer grado y Noticieros Televisa son marcas. Mientras que nadie las violente, ahí no va a pasar nada malo y todos los cambios que se hagan serán positivos. ¿O usted qué opina?
Líderes mexicanos
Quiero darle las gracias a la revista Líderes Mexicanos por haberme incluido en su lista de los 300 líderes más influyentes de México y por haberme invitado a su comida anual.
Para mí esto significa mucho, porque yo no soy ni político, ni empresario, ni científico, ni conductor de noticias, ni atleta ni artista. Soy periodista de espectáculos. Cuando comencé en esto, hace más de 32 años, ser periodista de espectáculos era poco menos que una desgracia, una vergüenza. Era lo peor de lo peor.
Yo nunca estuve de acuerdo con eso y estudié, y trabajé. Me atreví a hacer algo diferente, a decir que no, a tener cualquier cantidad de problemas con tal de defender mi dignidad, mi libertad editorial y mi nombre. Y aquí están los resultados. Estoy en la misma categoría en la que están titanes como Guillermo del Toro, Eugenio Derbez y Pati Chapoy. ¡Valió la pena!
Todo ha valido la pena. Lo bueno, lo malo. Todo. Y lo volvería a hacer porque esto es un asunto de amor, de vocación. ¡Gracias, Líderes Mexicanos! ¡Gracias!
Teatro cabaret
Hace tiempo le escribí de un espectáculo que produjo la gran Michelle Rodríguez en un foro muy pequeñito de Ciudad de México: Una vuelta a la manzana. Era una propuesta divertidísima, protagonizada por un grupo de jóvenes talentos, que hablaba de los grandes temas del momento con una blancura deliciosa.
Yo diría que se trata de una de las pocas experiencias de cabaret familiar que se han puesto en los escenarios mexicanos en los últimos años.
Es hablar de la mujer, de la traición, del pecado y de muchas cosas más, pero sin caer en grosería, en amarguras. Es una propuesta deliciosa y se llama precisamente así, Una vuelta a la manzana porque todo gira alrededor de las manzanas. Como en Adán y Eva, como en La Iliada, como en Blancanieves y los siete enanos. ¿Cuál es la nota? Que esta obra escrita y dirigida por Santiago Torres-Vázquez ha regresado y que usted la puede gozar ya, por una corta temporada, todos los viernes a las 20:30 en La Teatrería. Luche por verla. Está buenísima. Se va a reír. Se lo garantizo.
alvaro.cueva@milenio.com
