Los exjugadores del Zaragoza niegan haber recibido dinero en efectivo por parte del club y señalan a Agapito Iglesias -expropietario del equipo- como la persona que les instruyó para que le devolvieran en metálico dos trasferencias por valor de 90.000 euros realizadas días antes del partido de fútbol que enfrentó al equipo aragonés con el Levante UD en la última jornada de Liga de la temporada 2010/2011.
13 de los 36 futbolistas acusados declararon ante el juez este jueves en la tercera jornada del juicio que se celebra en la Ciudad de la Justicia de Valencia por el
posible amaño de este encuentro para evitar el descenso a segunda del club maño.
El entonces capitán del equipo aragonés, Gabi Fernández, acusó al Zaragoza de «engañarle» al pedirle que firmara el documento que utiliza el club para justificar la salida de 735.000 euros de sus arcas. En ese escrito se adjunta una relación de pagos en efectivo a la plantilla, en concepto de primas por haber conseguido la permanencia en Primera. Sin embargo, el excapitán asegura que lo firmó el 1 de junio, alentado por el director financiero – y no el 23 de mayo, como marca el escrito - justo el dia que se despidió del club antes de marcharse a otro equipo.
Fernández -que no contestó a las preguntas de las otras defensas- explicó que en «noviembre o diciembre» de 2010, se reunió con el entonces propietario del club, Agapito Iglesias, para establecer «verbalmente» una serie de incentivos para la plantilla. Esos incentivos por puntos conseguidos se irían ingresando semana a semana en concepto de nómina y pasarían a considerarse prima, según su versión, si el club conseguía mantenerse en la misma categoría a final de temporada.
Por ello, asegura, que puso su firma sobre el documento de «garantía», creyendo que se trataba de un escrito que reconocía como pagas extra las transferencias que el equipo había estado recibiendo y no leyó lo que se detallaba en el mismo. De igual manera, firmó su recibí individual, ya que la suma total se correspondía con todo el dinero que había recibido del Zaragoza durante la temporada.
Tanto los jugadores, como su capitán rechazan así la versión del Zaragoza – incluido Agapito Iglesias-, que asegura que se pactó una prima «especial» por la permanencia y se dio en efectivo antes del partido por la desconfianza de los jugadores a que el club pudiera abonar esas cantidades por su mala situación económica. «Es mentir», declaró Fernández.
Las transferencias: versiones contradictorias
Las versiones sobre el destino de las dos transferencias que recibieron algunos deportistas y técnicos considerados «especiales» por el club, días antes del partido -por un importe total de 965.000 euros- son contradictorias porque los exdirectivos del Zaragoza contaron al juez que no fueron devueltas.
Sin embargo, Gabi Fernández, Jorge López, Braulio Nobrega y Leonardo Ponzio coinciden en que el propio Iglesias les llamó para pedirles que necesitaba dinero en efectivo para pagar las entradas y los autobuses para trasladar a la afición a Valencia de cara al partido y estos le entregaron las cantidades ingresadas en sus cuentas. Según Ander Herrera, el club argumentó que se trataba de un abono erróneo y tenía que devolver el importe: «el dinero estaba listo para recogerlo en el banco y dárselo al presidente» en mano. Ninguno de ellos pidió ningún documento que acreditase la devolución del dinero. «Ese fue mi error», dijo Herrera. Otros como Mauricio Lanzaro y Da Silva relataron que recibieron la llamada de un empleado del club para realizar el mismo procedimiento, mientras que Toni Doblas y Carlos Diogo aseguraron que se quedaron con el dinero porque el club tenía una deuda con ellos y lo necesitaban.
El exentrenador del Real Zaragoza, Javier Aguirre, confirmó también que recibió del club dos transferencias -una de 50 mil y otra de 40 mil euros- días antes del Levante-Zaragoza en concepto de prima ofrecida por Iglesias, pero que la rechazó y devolvió esa cuantía a las arcas del club.
El entrenador del equipo maño entre noviembre de 2010 y diciembre del 2011 negó este jueves que sacara él mismo el dinero de su cuenta y aseveró que llamó al banco para pedir que se hiciera una devolución, aunque no consta ese movimiento en sus cuentas. Del mismo modo, puso el foco en que firmaba en blanco documentos para no acudir al banco: «por eso estoy aquí, por exceso de confianza»
. Aguirre, que hizo pública la lista de convocados el día de antes del partido, matizó que en la misma sucursal le dieron un sobre grande para Agapito Iglesias y que se lo entregó a su destinatario sin abrirlo.
En la sesión de ayer también fue interrogado Antonio Prieto, el que fue director deportivo del Real Zaragoza durante cuatro temporadas,. Prieto aseguró que no tuvo conocimiento de esas transacciones hasta su declaración en la fase de instrucción, aunque fue uno de los beneficiados al recibir en total 85.000 euros.
Acusa ese abono en su cuenta al pago de los honorarios que figuraban en su contrato y que se venían atrasando -incluso desde la temporada anterior- por la mala situación económica del club que desembocó en un concurso de acreedores: «En el Real Zaragoza no cobraba nadie». Defendió también que todo el dinero que le ingresan está en una sola cuenta y ha pasado por el fisco y rechazó que se tratara de un anticipo para la compra de una vivienda, aunque Iglesias -dueño de varias empresas- sí que lo asesoró al respecto.
Además, Prieto contrapuso la versión que ofreció el miércoles el expropietario del club y afirmó que no participó nunca en la negociación de primas ni colectivas ni especiales, aunque conocía de su existencia porque el contacto con los jugadores era muy estrecho.
En la denuncia que dio pie a la apertura de la causa, Javier Tebas, el presidente de la La Liga profesional de Futbol -acusación popular- señaló a Prieto como la persona que se encarga de transmitir a los jugadores del Levante el dinero para que se dejen perder. Este se limitó a señalar que su relación con el máximo responsable de la competición no es mala.
De la otra parte del banquillo, de la plantilla del Levante UD que disputó aquel partido, el primero en declarar fue Xavi Torres, al que se cuestionó sobre el informe de la Agencia Tributaria que destaca que estuvo 72 días sin sacar dinero de su cuenta tras el partido con el Zaragoza. El deportista alegó que en ese momento vivía en casa de sus padres y en los meses siguientes al final de temporada, con el verano de por medio, «se suele gastar menos dinero». «Son las fiestas de mi pueblo, estamos diez días comiendo y cenando en la peña», añadió. Torres aseveró que el encuentro se preparó con normalidad y que querían ganar «para darle una última alegría» a su afición.
Los acusados
El Zaragoza está acusado como persona jurídica -no así el Levante- al igual que su expresidente, Agapito Iglesias, dos exdirectivos, Francisco Checa y Javier Porquera, su exentrenador Javier Aguirre y el exdirector deportivo Antonio Prieto.
Los jugadores y exjugadores acusados son, por parte de aquella plantilla del Zaragoza, Maurizio Lanzaro, Toni Doblas, Paulo da Silva, Ander Herrera, Gabi Fernández, Jorge López, Braulio, Ponzio, Carlos Diogo, Ivan Obradovic, Adam Pinter, Javier Paredes, Leo Franco, Jarosik, Ikechukwu Uche, Lafita, Nicolás Bertolo y Said Boutahar.
De los que formaban parte del Levante, son Miguel Pallardó, Gustavo Munúa, Rafael Jordá, Sergio Ballesteros, Juanfran García, Javi Venta, Rubén Suárez, Xavi Torres, Wellington da Silva, Jefferson Montero, Robusté, Manuel Reina, Caicedo, Cristian Stuani, Vicente Iborra, Héctor Rodas, Xisco Muñoz y David Cerrajería.
Las penas
El fiscal solicita para los exdirectivos del club, dos años de prisión y nueve meses de multa con una cuota diaria de 50 euros. Para cada uno de los 36 futbolistas procesados se plantean penas de dos años de cárcel y seis de inhabilitación para la práctica profesional del deporte. La Liga eleva la petición hasta los cuatro años de prisión, la condena máxima prevista para delitos de corrupción deportiva.
