El director de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, ha comparecido este jueves ante el pleno de la corporación para explicar cómo se actuó ante la situación que provocaron esos tres incendios, que obligaron a evacuar a miles de personas.
Grillo ha subrayado que el grado de peligrosidad de los incendios fue de "alto riesgo" en la zona del norte de la isla a la que los técnicos se refieren como "interfaz", una amplia extensión de terreno donde la vegetación se entremezcla con casas diseminadas.
A ello había que sumar, ha añadido, "una de las orografías más complejas de Europa, con muchas fuentes de ignición".
El riesgo de incendio en esa zona de Gran Canaria, ha detallado Grillo, proviene "principalmente de descuidos de carácter humano" y de una distribución complicada entre área forestal y urbana, con un "escenario complejo por viviendas aisladas", algo que tuvo una notable importancia en el tercer y más grave incendio, en que comenzó en un barranco de Valsendero, en Valleseco.
"Las vidas humanas siempre son la prioridad", ha remarcado Grillo, un criterio que, con la complejidad del terreno que caracteriza a Gran Canaria, "obliga a sacrificar montes por la presencia de viviendas".
Con esas circunstancias, el hecho de que solo resultasen afectadas en los incendios quince viviendas se explica por dos motivos: el primero, que se había limpiado adecuadamente el perímetro de las viviendas para descargarlo de vegetación y el segundo, el intenso trabajo de defensa de esas propiedades que hicieron los diferentes servicios de emergencia movilizados en el incendio de Valleseco, ha añadido.
Federico Grillo ha detallado ante el pleno el balance de los dos grandes incendios forestales de agosto: el de Artenara (el primero) y el de Valleseco (el tercero). El de Artenara afectó a 1.163 hectáreas de terreno y el de Valleseco, a 8.494 hectáreas.
En los últimos diez años (de 2010 a 2019), Gran Canaria ha sufrido 949 incendios forestales, con una superficie afectada de 32.060 hectáreas. La mayoría de ellos (946) fueron conatos e incendios de entre 1 y 500 hectáreas, mientras que tres adquirieron la categoría de grandes incendios (más de 500 Ha), entre ellos los de Artenara y Valleseco de este verano.