Aunque la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, insiste en quitar hierro al aumento de la inseguridad y la violencia en la Ciudad Condal, la realidad es que los datos no mienten y reflejan un alarmante incremento del 30,5% de los robos con violencia e intimidación en la ciudad. Solo entre enero y junio se produjeron 7.082 incidentes de este tipo frente a los 5.427 del mismo periodo del año anterior. En este balance no figura la mujer que recibió una puñalada a las puertas de una discoteca de Puerto Olímpico cuando intentó recuperar el móvil que previamente le habían sustraído en la madrugada del martes ni tampoco los 773 robos con violencia en el espacio público que denunciaron los Mossos a finales del mes de agosto.