El mandato de Ángeles Pedraza al frente de la Comisionada para la Atención a las Víctimas del Terrorismo ha sido el más breve del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Apenas le ha durado el cargo una semana. Fue nombrada en el segundo Consejo de Gobierno celebrado en la Real Casa de Correos el pasado 27 de agosto, cuando se aprobó el decreto que crea la nueva estructura del Gobierno regional, entre un total de 58, en el que ella, al igual que otros cargos del anterior Ejecutivo, repetían puesto. Al día siguiente, su nombramiento salía publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. Sólo siete días después, el pasado martes, era nombrada nueva comisionada para la Cañada Real Galiana, un nombramiento al que muchos no encuentran explicación. Su nuevo cometido será ahora hacer de interlocutora entre las distintas administraciones y coordinar los planes de intervención en materia social, urbanística, de vivienda y a nivel jurídico que se deberán llevar a cabo para normalizar esta zona convertida posiblemente en el mayor asentamiento de España de construcciones irregulares en 40 años y donde conviven desde chabolas hasta bloques de posisos o chalés.
Su cese exprés y nuevo nombramiento como comisionada para la Cañada Real Galiana ha causado sorpresa. Ayer Pedraza evitó pronunciarse sobre los cambios al ser preguntada por LA RAZÓN. Tan sólo dijo: «No me ha sorprendido lo ocurrido, aquí estamos para trabajar en lo que haga falta pero nunca me voy a desvincular de las víctimas del terrorismo porque soy presidenta de honor de la AVT».
A Pedraza (Córdoba, 1957) siempre se la ha vinculado con el las víctimas del terrorismo porque perdió a su hija en los atentados del 11-M de 2004 en Madrid, con varios trenes de cercanías como objetivo. Se llamaba Miryam, tenía solo 25 años y estaba casada. Su otro hijo, que solía coger cada mañana el mismo tren que Miryam para ir a trabajar, se había quedado dormido. Evitó milagrosamente engrosar la trágica cifra de víctimas de aquel día: 193 personas asesinadas. En 2010, Pedraza fue nombrada presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), cargo que ostentó hasta 2016. Desde entonces es presidenta de honor de dicha asociación.
El anterior ejecutivo, con Ángel Garrido a la cabeza –ahora consejero de Transportes tras pasarse a Ciudadanos– creó la Oficina del Comisionado de las Víctimas hace aproximadamente un año y la puso a ella al frente. Una de estas funciones en el cargo ha sido la de la gestión de ayudas e indemnizaciones a las víctimas del terrorismo, así como la gestión de las subvenciones de la Comunidad a las asociaciones de víctimas.
