Tanzania aprueba normas contra la contaminación y el cambio climático, pero la población reclama más concienciación ambiental
Desde el pasado 1 de junio, en Tanzania está prohibida la importación, exportación, manufactura, venta, almacenamiento y uso de las bolsas de plástico. Una norma un tanto radical, pero que supone el colofón de varios años de trabajo, desde que en 2015 el país se comprometió a implementar las medidas acordadas en la Cumbre de París sobre el Cambio Climático. En algunas zonas como en el archipiélago de Zanzíbar o en la región del Kilimanjaro, los dos principales destinos turísticos del país, desde hace ya varios años existe una restricción en materia de plásticos y residuos, pero no dejaba de ser una situación puntual y limitada geográficamente, además de que presentaba muchas aristas. Ahora, en un reflejo de la normativa de la vecina Kenia, el país con una regulación más restrictiva con las bolsas de plástico en el mundo, Tanzania está intentando sumarse a la ola medioambiental que tienen en marcha otros países africanos con la idea de hacer frente a las consecuencias del cambio climático en el ámbito mundial.