Los capos gallegos aún sobreviven en un mercado de drogas sobresaturado que se escapa del control policial
Un traficante de poca monta llamado Ricardo Portabales logró poner patas arriba la Secretaria de Estado para la Seguridad del Gobierno de Felipe González cuando harto de estar en prisión se convirtió en el primer narco arrepentido de la historia de España. Su relato sobre las redes gallegas desencadenó la Operación Nécora, la primera redada policial contra el narcotráfico. Y todo empezó con una carta enviada a un juez de Pontevedra hace ahora 30 años.