Seguramente te ha pasado que compras un dispositivo electrónico como una laptop, un celular o un televisor de LCD y funciona perfecto unos pocos meses, pero al tiempo empieza a fallar o a funcionar más lento de lo esperado. Según lo define la revista The Economist, la Obsolescencia Programada “es una estrategia de negocio en la […]
Foto: Pixabay
Seguramente te ha pasado que compras un dispositivo electrónico como una laptop, un celular o un televisor de LCD y funciona perfecto unos pocos meses, pero al tiempo empieza a fallar o a funcionar más lento de lo esperado.
Según lo define la revista The Economist, la Obsolescencia Programada “es una estrategia de negocio en la que la obsolescencia (el proceso de volverse obsoleto, es decir, pasado de moda o no útil) de un producto es planificado y construido intrínsecamente desde su concepción”.
Básicamente se trata de una limitación de la vida útil del aparato establecida al momento de fabricarse, una práctica criticada por años en todo el mundo. Un celular, por ejemplo, puede llegar a dejar de funcionar a los 3 años, y el fabricante ya lo sabe desde que te lo vende.
Esta práctica tiene más de un siglo de formar parte de las estrategias de negocio de todo tipo de productos desde bombillas o lámparas hasta televisores, heladeras y autos.
Según dijo a la BBC Benito Muros, presidente de la Fundación Energía para la Innovación Sostenible Sin Obsolescencia Programada (FENISS) “obsolescencia programada o planificada plantea un gravísimo problema a nivel medioambiental y también social”. Este experto, quien lleva 19 años luchando contra esto, cree que un smartphone podría bien durar hasta 10 o 12 años. “en lo que respecta a la parte mecánica y electrónica”. Dice que se generan toneladas de basura electrónica y “se fomenta la desigualdad en el mundo al permitir que se acumule la riqueza en manos de bancos y grandes corporaciones”.
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Dos senadores colombianos, Horacio José Serpa Moncada y Laura Fortich Sánchez, presentaron ante el parlamento de su país un proyecto de ley que tiene como objetivo “proteger a los consumidores de dispositivos electrónicos frente a los efectos no informados de la obsolescencia programada”.
Según publico en su cuenta de Twitter, Serpa dijo que “con información completa sobre el ciclo de vida de los dispositivos electrónicos, contribuimos en la necesidad de generar acciones de sostenibilidad en nuestra economía. Necesitamos consumidores y productores conscientes del impacto que generamos a la naturaleza”.
Hace tan solo unos meses, Apple y Samsung recibieron gigantescas multas por imponer obsolescencia programada a sus dispositivos: los montos que deben pagar son de US$10 millones y US$5 millones respectivamente. El motivo fue haber obligado a los consumidores a descargar actualizaciones que disminuían o anulaban la eficiencia de sus dispositivos.
