El Tribunal Supremo de Tailandia ratificó este jueves la condena a muerte para dos birmanos acusados de asesinar a una pareja de turistas británicos en 2014 en la popular isla de Tao, una decisión que deja en firme la sentencia.
Zaw Lin y Win Zaw Tun fueron declarados culpables en primera instancia el 24 de diciembre de 2015 de violar y matar a Hannah Witheridge, de 23 años, y David Miller, de 24 años, en un caso que ha suscitado muchas dudas y acusaciones de que los dos birmanos fueron utilizados como chivos expiatorios.
Los dos acusados confesaron inicialmente la autoría del crimen, cometido en septiembre de 2014, pero más tarde se desdijeron y alegaron que habían sido torturados en comisaría. «Respeto la decisión del Supremo. Sin embargo, habiendo revisado las pruebas presentadas durante el caso considero que la culpabilidad y la pena de muerte deberían ser revertida», apuntó en las redes sociales el activista Andy Hall, asesor de la defensa.
Miller murió ahogado en la orilla tras recibir severos golpes en la cabeza que le rompieron la mandíbula y le fracturaron el cráneo, mientras que Witheridge fue violada y asesinada a golpes. El equipo de abogados para la defensa de los birmanos asegura que las pruebas presentadas por las autoridades no son fidedignas y no deberían ser aceptadas según los estándares internacionales.
Mientras, la Policía asegura que las pruebas de ADN incriminan a los birmanos, la defensa alega que no ha podido cotejar de forma independiente los análisis y que sus clientes han sido acusados injustamente sin pruebas concluyentes ni testigos.
Los condenados a muerte pueden todavía evitar la pena capital si solicitan y le conceden el perdón real, que rebajaría el fallo a la cadena perpetua. La isla de Tao, que en los años 1930 y 1940 alojaba una cárcel para prisioneros políticos, es uno de los destinos más populares en Tailandia, sobre todo para los «mochileros», viajeros de bajo coste, y los amantes del buceo.