El informe de cuentas económicas trimestrales elaborado por el Instituto Galego de Estatística, correspondiente al segundo trimestre de 2019, confirma que la economía gallega se enfría, en sintonía con la coyuntura global de ralentización, y mientras España se ve afectada por el bloque político determinado por el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez. Según los datos del IGE, la tasa de variación del PIB con respecto al trimestre anterior se situó en el 0,3%, frente al 0,4% del primer trimestre y el 0,6% del último trimestre de 2018.
En cuanto a la tasa de variación interanual, en el segundo trimestre del presente año registró un 2%, inferior al 2,3% del primer trimestre, a su vez por debajo del 2,6% con el que Galicia había cerrado 2018.
El IGE refleja que mientras la demanda interna aportó un 3,3% al PIB, la externa se situó en valores negativos: -1,3%. En términos interanuales, el gasto en consumo final avanzó un 3,3%, el de los hogares un 3,5% y el de la demanda interna (en términos nacionales) otro 3,3%, pero la exportación de bienes y servicios se dejó un 8,6% y la importación, un 6,6%.
Por lo que se refiere a la estructura del PIB a precios de mercado, por la vía de la oferta, el sector servicios representó el 62,8%, seguido de industria (16,5%), impuestos netos sobre los productos (9,2%), construcción (6,8%), y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (4,7%).