SAN JUAN, agosto 28.— Lluvias e inundaciones era el pronóstico en Puerto Rico a las 2:55 pm, hora local, según publicó el periódico El Nuevo Día, hora en que Dorian había alcanzado la categoría de huracán 1 y cuando se esperaba que el vórtice podría pasar cerca de isla Culebra, y «se aparta de la isla grande», publicó el rotativo, remitiéndose al Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Se estimaba que eso ubicaba el paso del ojo del huracán a unas diez o 15 millas de la costa noreste de la localidad de Fajardo, detalló el coordinador de avisos del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan, Ernesto Morales.
En ese municipio apenas cinco personas habían acudido a lugares seguros, y unas 144 familias se mantenían en viviendas cubiertas por toldos. El alcalde, Aníbal Meléndez, aseguró que estaban listos para atender cualquier emergencia.
Otras autoridades municipales llamaron a sus vecinos a evacuarse a lugares protegidos. Así lo hicieron habitantes de Río Piedras.
La nueva gobernadora Wanda Vázquez, quien asumió luego de que Ricardo Roselló fuera obligado a renunciar por presión popular, y tras los vaivenes que precedieron a su propia asunción, anunció que este jueves no habrá clases ni trabajo, y que se pondría en vigor un decreto de ley seca.
En conferencia de prensa, Vázquez, exministra de Justicia y quien enfrenta su primera contingencia de esta naturaleza al frente de Puerto Rico, llamó a protegerse y estar seguros hasta que el fenómeno pase y dijo que se había comunicado telefónicamente con todos los alcaldes.
«Los alcaldes, que sepan que estamos solidarios. Vamos a estar mano a mano con ellos trabajando las necesidades que tengan después de esta emergencia», aseveró.
Cortes de energía reportados desde temprano afectaron a más de 20 000 personas en varios municipios, aunque según El Nuevo Día algunos ya estaban resueltos.
Por su parte, la cuestionada Junta de Control Fiscal, que rige los pasos de la economía borinqueña por decreto de Estados Unidos para obligar a Puerto Rico a pagar su deuda, autorizaba desde ya a la gobernación a usar 260 millones del fondo de emergencia, para atender los daños que deje Dorian.
El asunto de los fondos que necesitaría Puerto Rico para atender la nueva emergencia que la afecta cuando aún no se ha resarcido totalmente del paso de los huracanes María e Irma en 2017, y las desafortunadas declaraciones, la víspera, de Donald Trump, provocó la respuesta de políticos boricuas como la alcaldesa de San Juan, Yulín Cruz, quien consideró que el Presidente de EE.UU. «padece incontinencia verbal y no sabe cuándo parar».
En declaraciones grabadas donde se le ve con ropa de campaña en medio de acciones de preparación para enfrentar el huracán, Cruz recomendó que si Trump «no tiene palabras de aliento, debe quedarse callado y permitir que las personas que están haciendo el trabajo(…) que hagan el trabajo. Esto no se trata sobre él, se trata de salvar vidas. Donald Trump sabe que lo que él no hizo con Puerto Rico cuando Irma y María, será siempre una mancha no solo sobre él, sino sobre EE.UU.».
Usando su habitual vía de la red social Twitter, el mandatario se quejó la víspera del anunciado paso de Dorian por la Isla al escribir: «¡Wow! Otra gran tormenta que se dirige a Puerto Rico. ¿Alguna vez terminará?».
El comentario también fue respondido por la comisionada residente de Puerto Rico en Washington, Jenniffer González, quien recordó a Trump en un tweet que las emergencias causadas por los huracanes «no son culpa de nadie», y «es el momento para todos de trabajar hombro con hombro».
El debate podría subir de bemoles porque Trump acaba de dar a conocer que estima transferir unos 155 millones de dólares del fondo de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) —ente encargado de la asistencia ante desastres por huracanes, terremotos y otros eventos naturales—, para financiar operaciones de expulsión contra inmigrantes en la frontera con México.
La decisión ha sido calificada de arbitraria y recibió la postura en contra de la bancada demócrata en el Congreso de Estados Unidos, que estima incorrecto adoptarla en plena temporada de huracanes.
Aunque sea reportado que no han llegado a Puerto Rico todos los fondos que debió entregar FEMA para resarcir a la isla de los daños causados por María e Irma, Trump volvió a arremeter contra los boricuas en Twitter, donde publicó: «Estamos siguiendo de cerca la tormenta tropical Dorian mientras se dirige, como de costumbre, a Puerto Rico. FEMA y todos los demás están listos y harán un gran trabajo. Cuando lo hagan díganselo y agradezcan, no como la última vez. ¡Eso incluye a la incompetente alcaldesa de San Juan!».
