El martes 27 de agosto, el Grupo de Investigación en Arqueología Forense del Uruguay (GIAF) de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente de Presidencia de la República informó que encontraron restos óseos humanos en el Batallón de Infantería Blindado Nº 13, ubicado en avenida de las Instrucciones, un predio contiguo al “300 Carlos” o “Infierno Grande”, el mayor centro clandestino de reclusión y tortura que funcionó durante la pasada dictadura militar uruguaya en el Servicio de Material y Armamento del Ejército.
El GIAF está coordinado por la magister, Alicia Lusiardo, quien expresó que se encontró un esqueleto de un individuo adulto, cubierto de cal,
en una barranca, a 80 centímetros de profundidad, muy próximo al arroyo Miguelete. Remarcó que aún no se pudo determinar el sexo.
Por su parte, la jueza del caso, Isaura Tórtora, autorizó el ingreso al predio de los integrantes de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos.
Tórtora dijo que se procederá a la custodia de la zona con estricta seguridad por parte de Presidencia.
Mientras que el fiscal Perciballe dijo que se confirmó que el hallazgo es un cuerpo entero, y que por el momento no se ha podido determinar el sexo.
Los restos óseos fueron hallados a menos de 100 metros de donde a fines de 2005 se encontraron los restos del escribano Fernando Miranda, padre del actual presidente del Frente Amplio, Javier Miranda.
Perciballe manifestó que el esqueleto encontrado este martes 27 estaba sepultado a 80 centímetros de profundidad y con restos de cal, aunque remarcó que al parecer no existe un patrón de enterramientos.
Los análisis correspondientes para su identificación se realizarán en el exterior del país, porque el banco genético se encuentra en Argentina.
El hallazgo es producto de un trabajo de “rutina” que se viene realizando desde hace años en el Batallón Nº 13 y no se debe a ninguna denuncia puntual, aseguró.
“No se trabaja sobre un dato específico, sino en cuanto a datos genéricos. Los restos se encontraron en el marco de una búsqueda intensa y profunda en el sitio”, remarcó el fiscal.
Perciballe expresó que el hallazgo es un impulso para continuar trabajando, porque demuestra que se debe proseguir con la búsqueda de detenidos desaparecidos en dictadura y “el Estado mantiene su firme su voluntad en este sentido”.
“La intención es intervenir todo el Batallón 13. En algún momento se terminará, quizás haya menor o mayor resultado”, aseguró el fiscal.
Las medidas cautelares, que están dispuestas hace algunos años, determinan no innovar en el predio, para proseguir con las tareas de excavación.
Desde el punto de vista jurídico, dijo que si se identifica a la persona “probablemente haya una causa por desaparición forzada”, y lo que cambia podría ser la imputación jurídica, si en algún momento se sabe quiénes son los responsables del hecho.
