Ni todo un verano de reuniones intermitentes con colectivos sociales pensadas para escuchar sus demandas e incorporarlas al programa de gobierno ha dado de sí a Pedro Sánchez para entrevistarse con las víctimas del terrorismo, a las que, por otro lado, comprometió un encuentro hace catorce meses que nunca se ha producido.
En una carta fechada el 5 de julio de 2018 a la que ha tenido acceso este diario, el director de Gabinete de Presidencia, Iván Redondo, respondía a la solicitud de una reunión trasladada poco antes por la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo, el coletivo mayoritario) emplazando a una cita en breve, ante la imposibilidad de programarla de inmediato. «Aunque en estos momentos no nos sea posible concretar una fecha para el encuentro que solicita, le comunico que vamos a estudiar la posibilidad para realizarlo en próximas fechas», explica el escrito con membrete de La Moncloa.
La exclusión de esta ronda de contactos ha producido malestar en la AVT, máxime tras unas semanas especialmente duras en las que no se han evitado los homenajes públicos a destacados etarras que han salido de la cárcel tras cumplir sus penas, entre ellos Xabier Ugarte, condenado por el secuestro de José Antonio Ortega Lara o Rafael Caride, uno de los autores del atentado de Hipercor de 1987. Y todo ello tras el punto de inflexión que supuso la primera entrevista en TVE al líder de EH-Bildu Arnaldo Otegui, interpretada como un intento más por parte del Ejecutivo de normalizar la figura del dirigente abertzale, por otro lado clave en la formación de gobierno en Navarra -conquistado por el PSOE gracias a la abstención de Bildu- y puede resultar determinante ante una hipotética investidura de Pedro Sánchez.