Nuevo capítulo del sainete Neymar con una nueva cumbre, esta vez en Barcelona y liderada por Josep Maria Bartomeu que, junto a los máximos responsables de cada área, repasó la viabilidad del fichaje del brasileño. Valorado en 170 millones de euros, el regreso de Neymar al Camp Nou pasa ahora por convencer a dos futbolistas para que acepten entrar en la operación. Se trata de Rakitic y de Dembélé, que gustan mucho a la dirección deportiva del PSG y que han recibido el visto bueno por parte de Thomas Tuchel.
No obstante, ninguno de los dos futbolistas esta por la labor de cambiar de aires. De hecho, Rakitic ya le manifestó este verano a Bartomeu su intención de cumplir el contrato que le liga con el club azulgrana hasta junio de 2021. El croata, muy molesto por verse en un trueque que no desea, le ha dado órdenes a sus agentes para que no escuchen ofertas. Prioriza su estabilidad familiar a los petrodólares que pueda ganar en un equipo en el que no quiere estar. De todas formas, desde las oficinas de Arístides Maillol esperan convencerle de que acepte una propuesta que mejoraría sus emolumentos. Además, Valverde ya le ha dejado claro con las dos suplencias consecutivas en este inicio liguero (Athletic y Betis) que su rol ha variado considerablemente y ha dejado de ser imprescindible.
En cuanto a Dembélé, el francés tampoco esta por la labor de irse a París, De hecho, su representante, Moussa Sissoko, fue taxativo en diferentes medios franceses al asegurar que «Ousmane se queda al cien por cien. Quiere triunfar en el Barcelona». Aunque hay cierto optimismo moderado por haber logrado sentar las bases del acuerdo, la dificultad sigue siendo máxima para que el traspaso fructifique.
