Hay pocas cosas que puedan borrar la sonrisa de Ángel Madrazo y una de ellas es una victoria de etapa en la Vuelta. El ciclista de Burgos BH recibió el premio a su escapada, una más en esta carrera, que en principio sólo buscaba acumular puntos para su lucha por el maillot de líder de la montaña que luce desde el primer día. Un equipo pequeño, uno de los olvidados, y un ciclista modesto ganaron en el territorio de la España vaciada. "Teruel existe" reclamaba alguna pintada en el último ascenso. Y Madrazo, también.
José Herrada y Jetse Bol, también del Burgos BH, le acompañaban en la aventura. Los dos creyeron perderle de vista en las empinadas rampas de Javalambre. Quedaban seis kilómetros cuando el cántabro comenzó a perder pie. Pero nunca los perdió del todo. Recuperó terreno y volvió a perderlo antes de atacar en las rampas más duras, los tramos que alcanzaban el 16 por ciento de desnivel. Se fue y volvieron a atraparlo.
Lo suyo era un ir y venir constante hasta que se fue y sus dos compañeros de escapada no pudieron más. A Madrazo se le saltaban las lágrimas al cruzar la meta. Jetse Bol entró segundo aplaudiendo y levantando los brazos para celebrar la victoria de su compañero.
Su pelea había sido por la etapa. La general se jugaba por detrás y Miguel Ángel López demostró que es el más fuerte cuando llegan las cuestas. Se escapó del grupo que había formado junto a Valverde, Roglic, Sepp Kuss y Pogacar. Sólo el esloveno y el campeón del mundo aguantaron en su persecución. Nairo Quintana y el líder, Nicolas Roche, viajaban por detrás, como Esteban Chaves.
Supermán ganó la competición de los favoritos. Valverde y Roglic se dejaron doce segundos. Quintana, 54. El nuevo líder es Supermán López, que cambia el maillot blanco de mejor joven por el rojo que designa al mejor de todos.