La colisión de intereses entre la dirección nacional del Partido Popular y la formación en Galicia, por el afán de Génova de fomentar coaliciones de centro derecha a imagen y semejanza de España Suma, tiene un ganador: Alberto Núñez Feijóo. Tras el runrún de los últimos días, después de que desde las filas populares en la Comunidad se advirtiera de que son ellos «la única opción» de ese segmento, este viernes el vicesecretario de comunicación del PP aprovechó su paso por Santiago para proclamar que «la sintonía» entre ambas cabeceras del partido, la nacional y gallega, «es total», y que, a diferencia de otras autonomías, los populares representan por sí mismos al centro derecha. «Hoy el PPde Galicia es Galicia Suma», zanjó Pablo Montesinos en declaraciones a los medios en la Alameda santiaguesa.
No era todavía mediodía pero apretaba ya el calor cuando el dirigente popular, flanqueado por el secretario general en Galicia, Miguel Tellado, junto al presidente provincial, Diego Calvo, trasladó el mensaje de Madrid a Feijóo que aplaca cualquier posible malestar, y que viene a refrendar el grado de autonomía del que goza el PP gallego dentro del partido. Una autonomía fruto de tres mayorías absolutas consecutivas. «El modelo de la Xunta, de Alberto Núñez Feijóo, es el modelo que queremos extrapolar y llevar al Palacio de La Moncloa cuando Pablo Casado sea presidente del Gobierno», afirmó Montesinos. Economía, lucha contra la despoblación y defensa de las instituciones son los puntales de ese modelo. «Quiero que quede bien claro que Alberto Núñez Feijóo es un ejemplo para todo el PP de España», extendió el elogio el vicesecretario de comunicación. Palabras que van más allá del cumplido de rigor, con visita prevista de Casado a Galicia para arrancar el curso con Feijóo en un horizonte cercano todavía sin fecha.
Ambos se verán las caras, en todo caso, con la piedra de Galicia Suma fuera del zapato. «El mensaje del PPde Galicia es compatible con el mensaje del PP a nivel nacional», aclaró Montesinos a preguntas insistentes de lo periodistas, «de que en otras zonas de España, con el objetivo de que el modelo de Galicia, de Madrid, de Andalucía se pueda llevar a cabo en todas las instituciones donde hoy pacta la izquierda, podamos tender la mano, dialogar y negociar con formaciones constitucionalistas», se extendió.
Como se le seguía requiriendo que zanjara cualquier discrepancia, el responsable de la comunicación en el PPespecificó que la idea alentada por Casado es que «en aquellas comunidades donde sea necesario» se abra «la puerta» a tender puentes con otros partidos, con Ciudadanos como principal candidato a sumar fuerzas allí donde «gobierna la izquierda». Un escenario donde no entra Galicia, «porque hoy aquí la inmensa mayoría del centro derecha elige y elige muy bien a Alberto Núñez Feijóo». El PPdeG «representa a todo lo que está a la derecha del PSOE», apuntó Tellado.
Sin rival
Los números lo refrendan. En las últimas elecciones generales, históricamente adversas, el PP logró en Galicia un 27,39% de los votos —la media del partido en España fue del 16,7%— frente al 11,1% de Ciudadanos y el 5,2% de Vox. En las municipales, el voto en las grandes ciudades reflejó aún más la preponderancia popular. La formación naranja solo pasó del 8% en Lugo y Orense. En La Coruña y Pontevedra no llegó al 6% y en Vigo no rebasó el 2,4%. La repercusión de Vox, testimonial, osciló entre el 1% y el 2,5%. «Aquí la decisión está tomada. El PP de Galicia es Galicia Suma de facto. Las siglas [en las elecciones] serían las del PPde Galicia», concedió Montesinos. Génova acepta la autonomía de Feijóo.
Apoyo en la lucha por la deuda
«El PP comparte y hace suya la denuncia de Galicia» por los 700 millones de euros que le adeuda —y se niega a transferir— el Gobierno central, aseguró ayer Pablo Montesinos, quien indicó que «no es de rigor» que el gabinete encabezado por Pedro Sánchez «se esté dedicando a chantajear y amenazar» a las autonomías con no entregar los fondos mientras no haya un Gobierno constituido, como palanca para forzar que Sánchez obtenga los apoyos necesarios. «El PP asume como propia la denuncia de Galicia», insistió el vicesecretario de comunicación, quien no entró a valorar si la Comunidad debe recurrir o no a la vía judicial.