<p>Valentín, querido amigo, ocurrió todo tan rápido, que me dejaste sin aire. Ya sabes que nunca se me dieron bien las despedidas, ni los discursos en público. Estoy seguro que si hubiese intentado leerte estas líneas en la despedida, se me hubiesen agolpado las palabras en la garganta y las lágrimas hubiesen mojado estas letras... Tengo que decirte, Valentín, que el día anterior a tu muerte soñé contigo. </p>