Vladimir Putin ha ordenado a los militares de Rusia que preparen una «respuesta simétrica» después de que Estados Unidos realizara una prueba de misiles de crucero.
El lunes, funcionarios estadounidenses confirmaron que habían probado un misil de crucero no nuclear con un objetivo a más de 500 km de distancia. Fue la primera prueba de este tipo desde que Estados Unidos se retiró de un importante tratado de control de armas de la era de la Guerra Fría.
El Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), que prohibió los misiles lanzados al suelo con un alcance de entre 500-5500 km (310 y 3400 millas), fue firmado por Mikhail Gorbachev y Ronald Reagan en 1987. El pacto redujo la capacidad de ambos países para lanzar un ataque nuclear a corto plazo.
Ambas partes se culpan mutuamente por su desaparición. Estados Unidos afirma que Moscú violó desde principios de 2010 con el desarrollo del misil de crucero 9M729, un reclamo que Rusia ha negado.
Pero fue solo con la elección de Donald Trump que tomó medidas concretas para salir del tratado. Moscú, por otro lado, afirmó que Estados Unidos estaba violando el tratado con los lanzadores terrestres con sede en Europa que eran capaces de lanzar misiles de crucero Tomahawk.
El Kremlin respondió casi de inmediato a la noticia de las pruebas de los Estados Unidos alegando que demostraron que el Pentágono nunca se comprometió con el tratado.