Según el líder del partido abertzale Sortu, Arkaitz Rodríguez, ETA cambio de estrategia y decidió dejar de matar porque «llegó a la conclusión de que el Estado español, a pesar del "accionar armado", no iba a reconocer el derecho de autodeterminación de nuestro pueblo». Así lo explicaba quien fuera condenado por pertenencia a banda terrorista en la televisión venezolana hace un mes.
Éste es el cruel resumen del análisis que habría hecho la banda terrorista antes de anunciar, en octubre de 2011, el cese definitivo de la violencia y que explicó hace un mes a los venezolanos, el exmimebro de ETA, Arkaitz Rodríguez, que actualmente es secretario general de Sortu, partido heredero de Herri Batasuna. El hecho de que el gobierno español no estuviese reconociendo el inexistente «derecho de autodeterminación» del pueblo vasco no es la único razón para ese supuesto «cambio de estrategia» a unas vías «exclusivamente pacíficas y democráticas», el líder de Sortu argumentó ya que se debían «crear las condiciones políticas y sociales» para abordar «la conquista de nuestra soberanía nacional» mediante «la construcción de amplias mayorías democráticas».
En la entrevista en el programa de la televisión pública venezolana «Dossier» que lo lleva el periodista Walter Martínez, fue presentado como «preso político de España durante más de diez años», y su versión como «la versión oficial» del «movimiento de liberación nacional vasco» sobre las razones que llevaron a ETA a poner fin a la «lucha armada».
Durante media hora, entre burlas y discusiones sobre los orígenes vascos de varios de los «libertadores» de América Latina, Rodríguez acaba su desprecio hablando sobre el final de la banda sin llegar a mencionarla ni una sola vez por su nombre. Su interlocutor siguió el juego al entrevistado y tampoco llegó a nombrar a la banda terrorista por su nombre.
Mientras que el nombre de ETA no se escucha en ningún momento durante la entrevista, el de Franco está en boca de ambos personajes, al igual que «golpe fascista» del 36, Ley de Amnistía, «vascos torturados» y por supuesto hablaron de las «cien mil personas que siguen en las cunetas en el Estado español, el segundo con más desaparecidos del mundo después de Camboya».
El viejo argumento del conflicto
Cuando Martínez argumenta que ya se había derramado «mucha sangre», el condenado por pertenencia a banda armada decidió explayarse en explicar la vieja teoría del conflicto. «Esa estrategia generó sufrimiento por ambos lados, en la medida en que la opresión del Estado español también ha generado un sufrimiento inconmensurable». En su intento de seguir denigrando la imagen del Estado español, el abertzale sostiene que, aunque ETA ya ha desaparecido, «el Estado español continúa haciendo uso de la violencia estructural y sistemática para imponer su proyecto de unidad» a Euskadi y Cataluña».
Arkaitz Rodríguez sugirió que ETA decidió abandonar las armas al constatar que España cerraba el paso a las demandas del independentismo catalán, aunque los momentos cruciales del procés fueran posteriores. «Decían que sin violencia todo era posible y era mentira», comentó el dirigente de Sortu, que a partir de ahí dedicó el resto de laa entrevista a desacreditar a España. Un Estado «profundamente antidemocrático», así llegó a definir el abertzale al país.
Según su relato propagandísitco, no ha habido una «ruptura» real con el franquismo y pone el ejemplo de los jueces, «que ahora se llaman Audiencia Nacional». Rodríguez accedió a la entrevista aprovechando su visita a Caracas como uno de los invitados al foro de Sao Paulo, que reúne a las izquierdas latinoamericanas.
