El incendio forestal declarado el sábado en la cumbre de Gran Canaria por fin ya comienza a ser parte del pasado. Ha arrasado unas 1.500 hectáreas dentro de un perímetro de 23 kilómetros y ha obligado a más de un millar de personas a abandonar sus casas ante la amenaza del fuego. Es el primer incendio en años o décadas en los que no hay enfrentamientos entre Canarias y el Gobierno central.
El presidente de Canarias ha anunciado la presencia permanente de hidroaviones en las islas. Hasta cuatro áreas protegidas de alto valor ecológico, al constituir el hábitat de un buen número de especies singulares de avifauna, ha asegurado SEO/BirdLife. La organización ecologista ha alertado de que el fuego, que ha afectado a unas 1.500 hectáreas de la cumbre de la isla, «ha quedado muy cerca de la población del endémico pinzón azul».