Un juez federal brasileño autorizó este miércoles el traslado del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva desde la ciudad sureña de Curitiba a una cárcel en el estado de Sao Paulo.
Lula, como es conocido el exlíder izquierdista, fue condenado en 2017 por aceptar sobornos de una firma de ingeniería a cambio de ayudar en la consecución de contratos con la petrolera estatal Petrobras.
Tras perder una apelación, fue arrestado en abril del año pasado, tras un dramático momento de tensión entre la policía y sus seguidores en el Gran Sao Paulo. Después fue trasladado a Curitiba, donde tenía su base la investigación por corrupción, para cumplir una sentencia de 12 años de cárcel.
El exmandatario está recluido en una prisión dentro de una comisaría de la policía federal. No obstante, los agentes se quejaron en un documento al que tuvo acceso Reuters de que la vigilancia de Lula estaba desviando tiempo y recursos significativos, además de causar inconvenientes a los ciudadanos.
El político fue presidente entre 2003 y 2011, años en lo que sumó un robusto crecimiento económico a un descenso de la desigualdad durante un auge de las materias primas. La condena por corrupción dañó su reputación y se le prohibió presentarse a las elecciones en 2018, incluso pese a mantener una importante base de seguidores.
El dictamen sobre su traslado no especificó cuándo se realizará ni a qué prisión de Sao Paulo será destinado.