Ni NBA ni Liga Endesa... el jugador joven del momento, Santi Aldama (2.10m/2001), se va a un college de la NCAA I apañadito en formación y discreto competición. Pero su trayectoria siempre fue así, en su cole de siempre el Canterbury, bilingüe, sin hacer caso a cantos de clubes ACB (aunque algún torneo fuera cedido para jugar algunos partidos) y ahora dando el salto al otro lado del Atlántico sin grandes artificios. Sin agente. Su padre que responde al mismo nombre, sabe muy bien de qué va el mundo del baloncesto profesional, y sabe lo que es ser una promesa, tener una lupa encima. Era un 2.13 que jugaba por encima de aro y, para su estatura, rápido. Su poco peso hacía que 5 con muchos menos centímetros que él o igual le superaran en 10 o 20 quilos y solían hacerle la vida imposible en la zona. Correcto jugador ACB, Olímpico en el 92 gracias a las lesiones de Antonio Martín, Ferran Martínez y Fernando Romay ¿Habría sido un alero o un cuatro abierto en el baloncesto actual? Nunca lo sabremos.
Todos los veranos intento seguir al máximo las selecciones españolas inferiores de baloncesto. Me encanta. Hoy en día es muy fácil con youtube pero antes era raro que alguna cadena quisiera cubrir este tipo de campeonatos. El verano del 93, yo tenía 17 años, los basketmaniáticos fuimos gratamente sorprendidos por La 2 cuando la cadena pública decidió cubrir en agosto el Mundial de baloncesto sub-23 que se jugaba en España. La plantilla estaba formada por Alfonso Reyes (si no fue el máximo reboteador del campeonato uno de los mejores. También era un puntal en el juego ofensivo de España aunque no metía un tiro libre en una piscina. Imaginen lo que trabajó para conseguir posteriormente porcentajes que rondaban el 70%), los desaparecidos Lalo García y José Ángel Almeida, José Luis Galilea, Juan Aisa, Josines González, Roger Esteller, Isma Santos, Paraíso, José Miguel Hernández, Rafa Talaverón y Tomás González. Hasta donde yo recuerdo, y aquí sí que tiro de memoria, aquella selección no consiguió medalla alguna pero absolutamente todos sus componentes lograron ser profesionales. TODOS.
Recientemente Aldama jr fue elegido MVP del Eurobasket U18 y la selección, con su excelente concurso, medalla oro. Sin duda su potencial es ACB y los más aventurados pensarán en sus posibilidades NBA. Sin embargo, Aldama ha decidido enrolarse en la, deportivamente poco ambiciosa, Universidad americana Loyola-Maryland. Con ello, deja de lado testear una posible ascensión al profesionalismo desde algún club ACB. Le acompañará también el malagueño Golden Dike, compañero de Aldama en la hazaña dorada. En 1993, tenian 5 años más pero también es cierto que un 70% de los equipos ACB estaban integrados por jugadores nacionales, ahora, que algún lector coja una calculadora, es posible que se inviertan los porcentajes.
Hace un par de años el legendario Juan Corbalán, Oro en aquellos míticos JJ.OO. de Los Angeles del 84, concedió una entrevista al Diario Expansión dando su punto de vista como ex jugador y como médico: “el deporte es precoz, rápido y cruel. Precoz porque un niño aprende muy pronto que en la vida no se gana, pues puede ser que nadie quiera jugar contigo. Es una educación que ayuda a vivir en la frustración, como cuando uno piensa por qué el jefe no cuenta con él. También es rápido porque se puede ser bueno o malo por sólo una jugada y uno es tu amigo al inicio de un partido pero tu enemigo al acabar. Y, a la vez, es cruel: ves que siempre al final aparece alguien mejor que tú... Para que uno gane siempre tiene que haber alguien que pierda. Son tres cosas donde siempre se ve la selección natural”.
Aldama es el jugador con mayor proyección y talento de la selección española. Un 2.10 que bota, corre y tira de tres igual o mejor que los aleros de aquel Mundial noventero. Apuesto a que el teléfono de su padre, tío (otro ex ACB, Santi Toledo) no ha parado de sonar antes de que estampara su firma con el college de Baltimore. No obstante, ha elegido 'cocinarse' a fuego lento. El deporte de la canasta ha cambiado mucho y, en algunos aspectos, para peor. El baloncesto español sigue sosteniendo un desierto entre la categoría júnior y los profesionales, en el que estamos perdiendo (o mermando) muchísimo talento para siempre. Joan Peñarroya me decía que tendrían "como mínimo que ampliar un año más la categoría júnior. En el fútbol sí que se hace y en la época en la que yo jugaba había dos años más”.
Es muy difícil vivir de que la pelota entre por el aro y, para hacerlo, nuestr@s chic@s tienen que poner su formación en un tercer plano. El ex pívot de la NBA Cherokee Parks formó parte, y vuelva a tirar de memoria, del equipo de los EE.UU. que ganó aquel Mundial disputado entre las ciudades de Palencia, Valladolid y León junto a Corliss Williamson, Bill Curley, Wesley Person, Eddie Jones… confesó que no todos los ex jugadores tienen cualidades para analizar partidos o entrenar equipos. Ahora intenta sobrevivir con la pensión NBA y haciendo actividades para ésta porque en Duke sólo pensaba en ser jugador y así, seguramente, se lo facilitó la archiconocida universidad.
¿Hay vida tras la retirada de una jugadora o jugador si no se ha formado? De calidad, poca. Gran elección de estos dos chicos y sus familias, seguro que ellos sí tendrán en mente estudiar una carrera en los EE.UU. más allá del deporte, -sólo un jugador, Mike Morrison, en toda la historia de Loyola-Maryland ha llegado a la NBA-. No gozarán de la permisividad de algunas de aquellas universidades americanas que hacen la vista gorda con sus atletas favoritos para las que los resultados deportivos se optimicen. Flaco favor le hacen a esos chicos cuando el baloncesto se aleja de sus vidas.