Las bolsas del mundo tiemblan. El Banco Popular de China (PBOC) ha rebajado medio punto la banda en la que fluctúa su divisa, el yuan, contra el dólar, lo que podría desatar una fuga de capitales en el 'gigante asiático' y un terremoto en los mercados globales. Como ya sucediera en 2015 y 2016, las bruscas depreciaciones del yuan (y fortalecimiento del dólar) han venido seguidas de importantes salidas de capitales en China, abruptas caídas de las bolsas y una desaceleración del motor de crecimiento de la economía mundial (China contribuye más el crecimiento del PIB global que todas las economías de la OCDE juntas). Todo esto podría reproducirse hoy en un contexto de gran incertidumbre, con una guerra comercial cada vez más encarnizada y con los mercados financieros lanzando señales de alarma sobre la llegada de la próxima recesión.