El servicio de Medicina Preventiva del Hospital La Fe de Valencia ha ofrecido algunas medidas sobre manipulación y conservación de alimentos, especialmente durante los meses de verano, para evitar infecciones gástricas y reacciones alérgicas, tanto en domicilios como durante viajes.
El doctor Juan Mollar Maseres, del servicio de Medicina Preventiva de La Fe, ha hecho referencia, en concreto, a la prevención de anisaquiasis y de la salmonelosis, según ha informado la Generalitat.
En el caso de la anisaquiasis, tal y como explica el doctor Mollar, “se trata de una parasitosis del tubo digestivo humano que se manifiesta por dolor abdominal y vómitos, aunque también puede provocar reacciones alérgicas”.
La anisaquiasis se adquiere por la “ingestión de pescado de mar crudo o que ha sido tratado inadecuadamente y que contiene larvas de nematodos de la subfamilia Anisakinae” y se encuentra, sobre todo, en pescados de agua salada, calamares o pulpos crudos, según ha concretado el doctor.
“Las larvas infectantes viven en los peces y, cuando una persona los ingiere, estas larvas se liberan en el estómago durante el proceso de digestión y, entonces, pueden penetrar en la mucosa gástrica o intestinal provocando la infección”, ha informado Mollar.
Además, ha concretado que esta enfermedad “no se transmite de persona a persona y puede prevenirse siguiendo unas recomendaciones sobre la conservación, manipulación, modos de cocción y consumo de los productos marinados”.
Salmonelosis
Por su parte, la salmonelosis es una infección bacteriana que sí se transmite entre las personas y su período de contagio es variable.
Normalmente se manifiesta por enterocolitis aguda, con la aparición repentina de cefalea, dolor abdominal, diarrea, náuseas y, a veces, vómito.
“La transmisión de la salmonelosis se debe a ingestión de microorganismo en alimentos infectados o contaminados, como huevos crudos o mal cocidos, leche cruda, agua contaminada, carne infectada o derivados”, ha comunicado el doctor Juan Mollar.
La Fe ha aconsejado, también, extremar las medidas de higiene durante los viajes, así como lavarse las manos antes, durante y después de preparar los alimentos, refrigerar los alimentos preparados en recipientes pequeños, cocer y consumir cocinados todos los alimentos de origen animal, evitar la recontaminación en la cocina una vez cocinados y mantener la cocina limpia y protegida de roedores e insectos.
