Los grupos municipales del PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia criticaron ayer el «bloqueo» que a su juicio ejerce el alcalde, Joan Ribó, a la ampliación del puerto y pidieron al PSPV que defina su postura y aclare si está «con Ribó o con Ábalos».
Ribo, por su parte, insistió en que, pese a que el puerto «es una empresa muy importante para la ciudad», también «genera posibles efectos ambientales», por lo que considera que «hay que conjugar ambas cuestiones». Por ello defendió la necesidad de un nuevo estudio medioambiental que determine la idoneidad de la ampliación y de otro sobre un posible acceso norte ferroviario sostenible. «Eso no quiere decir que desaparezcan los camiones, sino que se haga una estación intermodal. Hay que dar al puerto apoyo pero también garantizar una calidad medioambiental para Valencia».
No obstante, la portavoz del PP, María José Catalá, considera que Ribó «sigue bloqueando» la ciudad en cuestiones como la V-21 o la ampliación del puerto, y opina que determinar si se debe hacer un nuevo estudio de impacto ambiental no es una decisión política sino técnica.
Catalá pidió al PSPV-PSOE (socios de Gobierno de Compromís) que explique su postura al respecto de la ampliación: «Si quiere seguir el juego a Ribó o dar un paso hacia delante en una infraestructura tan importante para la actividad económica de la ciudad».
El portavoz de Cs, Fernando Giner, instó al alcalde a apoyar al puerto y «dejar de crear inseguridad jurídica», y de la misma manera que el PP, pidió al PSPV que diga «si opina como Ribó» o como el ministro de Fomento en funciones, el valenciano José Luis Ábalos.
Por su parte, la vicealcaldesa y portavoz socialista, Sandra Gómez, defendió que la ampliación del puerto de Valencia es una cuestión que tiene que plantearse entre la Autoridad Portuaria, el Ministerio de Fomento, la Generalitat y el Ayuntamiento, y no es un asunto que deba debatirse en el terreno de la «polémica mediática».
Cronología de una polémica
Ribó defendía la semana pasada que el acceso al Puerto «debía ser ferroviario» por los «posibles daños medioambientales por carretera frente a los accesos ferroviarios que tienen los puertos punteros de todo el mundo». El lunes, y tras la cascada de críticas a sus palabras, Ribó matizó sus palabras. «El puerto es un lugar de creación de empleo (pero) Valencia necesita continuar teniendo un aire que no tenga los peligros que tiene Madrid y Barcelona y, por tanto, se ha de estudiar los efectos medioambientales» que pueda tener el acceso norte al Puerto.
