Добавить новость

Нижегородцы стали чаще ездить в Москву и Санкт-Петербург

Три человека спасены при пожаре в доме на Большой Тульской улице в Москве

В районе Северное Измайлово завершается капремонт фасада дома 1969 года постройки

Эксперт Рыжих рассказала, кому повысят пенсию в ноябре

World News in Spanish


Новости сегодня

Новости от TheMoneytizer

Los Tábanos. El regreso de Carlos Iñiguez.

Bajaba por las escaleras de Vélez después de Pumas – All Blacks, apurado para completar la crónica del partido, cuando una mano de dedos gruesos me atenazó el hombro izquierdo y me detuvo en seco. Giré la cabeza, entre asustado y sorprendido, pero mi sorpresa fue mayor cuando lo vi. Teniendo en cuenta que no debe pasar los sesenta años lo encontré avejentado, con arrugas nuevas y hondas. La melena de otros tiempos estaba corrompida por dos profundas entradas en los laterales, pero lo que mas me llamó la atención del viejo y querido Carlos Iñiguez, que de él se trata, fue el rojizo caoba de su pelo y una dentadura blanca y brillante parecida a la de Flavio Mendoza. Avispado como siempre, antes que yo pronunciara palabra, me explicó, Mi piba es odontóloga y le pedí ayuda. Todavía levanto alguna veterana en los bailongos sub 60 de New York City. 

Cómo le va Carlos?. Quejoso como siempre, bastó que lo saludara para que con la voz aguardentosa, arranque con sus clásicas puteadas contra todo y contra todos. Contra los granaderos, vos viste como desafinaron el himno esos milicos patasucias? Contra el ambiente en la cancha, quien es el forro que pone música en cada fijo?, Contra el scrum de Los Pumas, que desastre! scrum era el del CASI de Savino en el 56! Contra los All Blacks,  decí que los nuestros son blanditos. A estos all black clase C los agarra Curupa con la primera línea Nicola-Calvetti-Wheeler y les mete un carro. También se mostró un poco desinformado. Lo único bueno es que por lo menos hoy no apareció ese pelotudo disfrazado de tigre que siempre está en los partidos. Mientras le aclaraba que Jaguardo es la mascota de Jaguares y no participa en los partidos de Los Pumas, también despotricó contra el blog. No te enojes pibe, pero ya no se puede entrar mas a ese blog de mierda, los únicos que hablan son uno con nombre de astronauta ruso y un tal defensapuma. Y no sabes si están hablando del partido de ayer o de un libro de Thomas Hobbes. Que se vayan a cagar, a mi me gustaba cuando estaba el viejo Lagos, que me hacía la segunda!.

Cuando se sacó de encima la tirria de viejo quejoso que siempre lo acompaña, percibiendo mi apuro, fue al grano. Escuchame pibe, el otro día me acordaba de vos. Tengo un montón de historias de mi club que todavía no te conté. Porqué no te venís un día de estos a comer una buseca a casa y te las cuento, a ver si mejorás ese blog del orto con mis recuerdos de Los Tábanos.

Hosco, malhablado, pero querible como siempre, me pegó un abrazo y se perdió por el atardecer de Liniers. Yo me fui a completar el artículo del partido con la alegría de saber que todavía hay cuentos de Los Tábanos que quedaron en el tintero.

Mientras esperamos la buseca de Carlos Iñiguez, por un par de semanas vamos a recrear algunas de la viejas historias del club de Luis Guillón. Para que las conozcan los nuevos del blog y las revivan los viejos. Hoy vamos con cinco de esas historias, la semana que viene otras cinco mas y luego volverán las publicaciones semanales de las leyendas de Los tábanos, el mítico club de nuestro amigo Carlos Iñíguez.

Daniel Dionisi

Manuel Aguirre y Milcíades Ruggiero, próceres del rugby argentino.

Es sabido que Los Tábanos nació en el barrio Agronomía y que durante muchos años jugó de prestado en el club Arquitectura, pero poco se conoce sobre la forma en que fue adquirido el terreno aledaño a la Firestone que hoy llamamos con orgullo “Anexo Alcides Ulloa”.

En el club nadie habla del tema. Los viejos memoriosos que gustan comentar con lujo de detalles un try de 1951 miran para otro lado cuando se les pregunta por esa cuestión, estableciendo un bloqueo, un “silenzio stampa” que lo único que ha logrado es engrosar la intriga de los mas jóvenes. Porque tanto misterio? Que se oculta detrás de la llegada a Luis Guillón de los gloriosos tábanos?. Solo unos pocos viejos templarios conocen el secreto y durante décadas lo han guardado con esmero y férrea determinación. Sin embargo el sábado pasado uno de ellos, el inglés Walker, se quebró. A las once de la noche, cuando en el club agonizaba el tercer tiempo del partido contra Old Georgians, se acercó tambaleante a la mesa ocupada por la camada 61 y los convocó. “Siganmé, hoy van a conocer la historia!”. Averiado por la ingesta de dos botellas de Doble V y portando una copa cargada de moscato Zumuva, el inglés encabezó una fila india de cincuentones que lo siguieron, divertidos, sin saber que estaba a punto de develarse el secreto mejor guardado del club. Walker se paró frente a la vitrina del hall de entrada y  vacilante, casi tembloroso, señaló una foto exhibida en el estante de mas abajo, casi oculta. “Inglés, déjate de joder. Tomás cualquier porquería! Deshonrás tu apellido”, le gritó, en medio de risas socarronas, el Cheto Molina, wing de la reserva que salió cuarta en el torneo de 1983. El templario arrepentido no respondió. Lo miró con desdén, volvió a señalar la foto y, con  voz aguardentosa atacó con un relato que varias horas después, superando dos desmayos y cuatro interrupciones para ir al baño, nos reveló la verdadera historia de la mudanza del club a Luis Guillón.

El inglés Walker contó que a mediados de los cuarenta Panchito Ruggiero, un pibe que jugaba en la séptima, apareció con la novedad de que el padre tenía unos terrenos en la zona sur y que estaba dispuesto a cederlos al club. El anuncio causó conmoción y en una reunión de comisión directiva se decidió que resultaría simpático que los mismos chicos de la séptima, compañeros de camada de Panchito, se juntaran con el padre para conversar sobre su generosa intención de donar el predio al club.

El sábado siguiente una comisión de cinco pibes  se encontró con Milcíades Ruggiero en un terreno lleno de autos abandonados similar a lo que hoy llamaríamos “desarmadero”. Pero en aquella época no existía esa palabra. Alguien había contado en el club que el papá de Panchito era hijo del famoso Ruggierito, matón de la década infame que trabajaba para Barceló, célebre caudillo de la Provincia de Buenos Aires. También decían que manejaba el juego y la prostitución de la zona. Nada dijeron sobre el negocio de los autos abandonados.

Don Milcíades fue muy amable con los pibes “Chicos, les cuento que me voy a llevar los fierros de acá porque al lado se va a instalar una fábrica de neumáticos y como siempre he sido amante de los deportes y la vida sana, quiero donarle parte del terreno al club de Panchito. Ven esa carrocería de Plymouth negro que está allá? Bueno, hasta ahí va a llegar el terreno que le voy a regalar a su club!”.

Los pibes volvían exultantes en el tren cuando uno de ellos recordó una historia que le habían contado sobre la fundación del CASI. “Manuel Aguirre, dueño de las tierras les dijo a los chicos fundadores que les iba a donar todo el terreno que se extendía desde el lugar donde estaban parados hasta una vaca estaqueada. A la noche los chicos corrieron la vaca 100 metros y saben que? ese espacio es hoy la cancha uno del CASI!”. Bastó un cruce de miradas y se encendió la atrevida y, hoy lo podemos decir, desgraciada idea.  Esa noche los cinco tabanitos, temerosos por la oscuridad  y asqueados por el hedor que venía de unos basurales cercanos, cargaron a duras penas la carrocería del Plymouth en una acción que los haría entrar en la historia de nuestro querido club.

Dos días después la sociedad argentina se conmovía con una noticia macabra. Habían aparecido cinco chicos sin vida maniatados a un costado del recientemente inaugurado camino de cintura. La página policial del diario Crítica titulo “Angelitos masacrados”.

Al día siguiente Don Milcíades Ruggiero, hombre de palabra, se comunicó con Alcides Ulloa para finiquitar los trámites del traspaso. El venerable Alcancía Ulloa, se hizo el distraído respecto a los pibes de la séptima y cerró el acuerdo. Gracias a su visionario dirigente hoy el club disfruta del anexo con la ya legendaria cancha de los ingoals de 32 centímetros.

“Y estos son los heróicos tabanitos” cerró el inglés con los ojos húmedos y agachándose para mirar de cerca la foto amarillenta, casi borrosa, apenas mas nítida que un daguerrotipo. Mas arriba, casi en el centro de la coqueta vitrina, puede verse algo que aparenta ser un volante de auto con un escudo que dice “Plymouth” en la bocina y al lado una plaqueta de agradecimiento “a Milcíades Ruggiero, benefactor del club” escrita con grandes letras doradas.

Carlos Iñiguez

El humo de la Firestone.

En 2008, en pleno conflicto del campo, un humo espeso cubrió a Buenos Aires. Los vientos rurales trajeron una niebla inédita y artificial que pintó un cuadro lúgubre sobre la tela de la esplendorosa ciudad porteña. Parado en Viamonte y Cerrito era imposible ver el obelisco. Desde la loma de plaza San Martín, la torre de los ingleses apenas podía intuirse. La ciudad y sus suburbios parecían un cuadrito mas de “El Eternauta”, pero los copos mortales no eran mortales ni venían de otra galaxia. Apenas generaban alguna molestia al respirar y, según las malas lenguas, era humo enviado por los capos de la Pampa húmeda.

Ante la inédita situación, la URBA tomó nota y convocó a una reunión del Consejo Directivo para decidir si se jugaba la fecha en esa Buenos Aires espectral. Por tratarse de un tema tan delicado y que nos tocaba muy de cerca, a la reunión no fue la Cotorra Molina, nuestro hombre en la UAR, sino el mismísimo Alcides “Alcancía” Ulloa. “No se ve nada, no se puede jugar”, balbuceó un blazer pusilánime, acosado por la mirada punzante de nuestro líder.

Una mariconada. Los Tábanos jamás suspendió un partido por esa causa y eso que, en una época, era complicado jugar en nuestro reducto de Luis Guillón.
Sucede que la Catedral, el anexo “Alcides Ulloa”, queda pegado a la fábrica de neumáticos Firestone (algunos le dicen “La fire”, otros “La faier”), y en los sesenta y setenta, época de gran producción, las chimeneas no dejaban de escupir un humo negro, espeso, urticánte. Un verdadero veneno para los pulmones de nuestros muchachos y también, de los rivales.
Pero jamás se suspendió un match. Ni siquiera cuando nuestros chicos y los de la octava de Los Sauces terminaron vomitando bilis al costado de la cancha. Algunas madres quejosas elevaron el grito casi al borde de las lágrimas pero chocaron con la firmeza de nuestro gran referente. “Si el humo de la Firestone les hace vomitar bilis, pues que vomiten bilis, maricones!” las increpó Don Alcides Ulloa, sin importarle que eran chicos de apenas 11 años. “Así se forja la estirpe tábana” agregó.
Tampoco hubo suspensión cuando un apertura de YPF presentó una denuncia contra Los Tábanos y Firestone acusando a club y empresa de generarle impotencia sexual en la noche siguiente a un partido del 73.

Cómo se va a suspender un partido por esa pavada! En Dolgellau, al norte de Cardiff, se juega rugby con lluvias tan copiosas que apenas dejan ver la pelota a 23 centímetros de distancia, pero jamás se suspendió un partido. En Upington, en plena estepa sudafricana, el clima es tan seco y caluroso que algunos equipos han presentado impalas y cebras en sus formaciones sin que los rivales, embotados por el “Síndrome de la tranca” que provoca el calor, se dieran cuenta. Y nunca se suspendió un partido. En la ciudad costera neozelandesa de Poverty Bay, un tsunami arrasó un campo de juego mientras se disputaba el partido, llevándose los cuerpos de 18 de los 30 jugadores. Y el partido no se suspendió! Tomemos el ejemplo de esos países donde el rugby es religión. La esencia del juego nos enseña a superar adversidades. Si la adversidad del clima es un juego de niños para los rugbiers, porqué no habríamos de superar la del humo rural?

Fueron muchos años jugando casi a ciegas, con decenas de tábanos lesionados por tackles arteros de sus propios compañeros. Recuerdo que “Metralla” Arregui, un pateador de pocos aciertos a los palos pero que tenía una potencia inusitada, ponía la pelota muy arriba en las patadas a cargar y por unos segundos (deberían ser décimas, pero a nosotros nos parecían horas) la pelota desaparecía en la espesura del humo. En el club decían que las pelotas a cargar de Metralla entraban en el “velo negro” y se perdía el contacto con ellas, como las naves espaciales cuando reingresan en la atmósfera luego de sus excursiones por la galaxia. Confundido por la desaparición temporal de la guinda, jamás un fullback rival, ni siquiera “Canasta” Frigerio de Pucará que vino una vez a jugar una exhibición, pudo agarrar la pelota después de una patada de Arregui. Sinceridad, tampoco nos generó try alguno a favor la continuidad de esas jugadas.

“Juguemos rugby, putos!” gritó Ulloa en la reunión de blazers de la URBA. Ya lo sabemos, no fue escuchado. La votación fue 25 a 1 a favor de la suspensión de la fecha. Los Tábanos siempre fue un club con poco peso en la Unión.

Aquel fin de semana de 2008 la fecha no se jugó. Una mancha para el glorioso rugby argentino, que debería aprender mas de nuestro humilde club. Los tábanos se forman y crecen bajo el humo de la Firestone. Podrán desarrollar algunas enfermedades respiratorias, podrán engendrar hijos con malformaciones, podrán acusar síntomas de impotencia a los 16 años, pero jamás pedirán la suspensión de un partido. La estirpe tábana no lo permite.

Carlos Iñiguez

Super rugby

Después de algunos partidos de Jaguares el frío es mas frío en Villa Luro. Otoño casi invierno, poca gente, ruido electrónico, porristas con piernas blancas y piel de gallina, silbadores de patadas rivales y ahora, de jugadores propios. Frío, mucho frío. Igual, cuando terminó el partido, decidí aceptar la invitación de un compañero de laburo y me quedé al beer garden, o algo así, de una cerveza. No se que hacía ahí. Medio grado de térmica y yo con un vaso de plástico lleno de cerveza helada en la mano. Uno de esos eventos con chicas que ofrecen birra y fondo de música ordinaria generando un clima de euforia ficticia. Mientras el diyei nos aturdía con berretadas punchipunchi pensé en la dura derrota de hace un rato y en los Jaguares duchándose con agua muy caliente a cincuenta metros de donde estaba yo calculando el momento de rajar.

No me crucé a ningún tábano. Mucho CASI, mucho Newman, mucho Biei, un par de ex pumas devenidos a hombre-cartel y, sobre todo, mucho empleado de empresa sponsor que apenas sabe que se juega con pelota ovalada. Al único conocido que me encontré fue al “Pollo” Lusardi, un octavo de YPF que jugó contra mi en una inter del 84. Gran tipo el Pollo, ahora es gerente de marketing de una compañía de seguros que pone guita en el rugby.

Me fui a buscar el auto sin saber que ese crepúsculo desapacible me tenía guardada una sorpresa.

Lo vi en Juan B Justo, en la parada del 34. Yo pasaba casi corriendo y frené en seco. La Pantera Montejo! Un crack, ala de la intermedia que salió octava en el 81, uno de mis referentes del club. Le decían “pantera” no por alguna virtud demostrada en el verde césped sino porque en el carnaval del 75 en Luis Guillón se apareció disfrazado de Pantera Rosa y durante dos horas nadie se dio cuenta que era él. Y si no fuera porque uno disfrazado de Capitán Piluso se empezó a apretar a la novia, que tampoco se había percatado de su presencia, hubiese pasado toda la noche sin que ningún tábano lo identificara. Fue muy gracioso ver a la Pantera Rosa y el Capitán Piluso cagándose a trompadas.

De movida me gustó verlo porque lo encontré entero. Prolijo, peinado como recién salido de la ducha, con una campera azul de esas infladitas onda muñeco de Michelin, una mochila canchera y zapatillas de marca. El Pantera debe andar por los 57 pero ahora parecía un pendejo. Me gustó verlo próspero. La última vez no había sido asi. Fue hace unos años. Inolvidable. Parado en la luz roja de un semáforo de Cabildo y Juramento escuché un grito “Iñiguez! Iñiguez!”. Yo miraba para todos lados y no me daba cuenta de donde venía. Hasta que de adentro de la empanada gigante que bailaba frente a mi, escupiendo un pedazo de gomaespuma, sacó la cabeza y se presentó. “Soy yo Iñiguez, La pantera!”.

Se alegró cuando me vio. Lo saludé. Me llamó la atención un pedazo de paño lensi amarillo que salía de la mochila mal cerrada. Me contó que estaba de novio, que alquilaba un departamento en Paternal, que tenía unos mangos metidos en Lebacs. Se esforzaba por demostrar que ya no estaba en la mala, que ya no era una empanada humana. Yo lo escuchaba y me gustaba saber que había progresado, pero no podía sacar la vista de la tela amarilla. Me di cuenta que eso lo incomodaba. Que lo perturbaba. Entonces no quise estirar el momento embarazoso. Lo miré fijo y disparé.

Sos vos?”

Con los ojos vidriosos por el frío, sosteniéndome la mirada con un gesto entre pícaro y melancólico me respondió. “Si Carlitos, soy yo. Pero mejor no lo cuentes en el club”.

Si querés no lo cuento, pero si lo cuento, a los muchachos les va a encantar”.

No se, me da un poco de pudor, pero la verdad que estoy muy copado. Imaginate que en lo mío, a nivel nacional, es lo máximo. Vos me viste de empanada, Carlitos. Ahora la pegué, papá!” se entusiasmó.

“Y te la bancas a nivel físico? Porque hay que moverse”.

“Si Carloncho, estoy impecable. Y a la gente le gusta, hasta pegué un par de minitas.” , canchereó.

Estarás haciendo unos buenos mangos. Los avances con Coccia y Altberg también los hiciste vos?”.

No, ahí me dejaron afuera. Viste como son los de ESPN. Cuidan el mango y a Tommy de Vedia lo tienen ahí todo el día. Encima le daba la altura.”

Que bueno Pantera. Realmente me alegro”. No alcancé a terminar la frase cuando me dio un beso de apuro y se despidió porque venía el bondi. Colgado del estribo me insistió “No le cuentes a los muchachos!”

Mientras las luces del 34 se alejaban me quedé quieto, sorprendido, confundido, pero feliz. Casi orgulloso. De golpe se terminó el frío y hasta empecé a disfrutar del punchicpunchi que todavía sonaba a lo lejos. Por supuesto, saqué el celular y tiré la bomba en el grupo de whatsapp de la camada 61.

Muchachos, Jaguardo es nuestro! Tenemos un tábano en el Super Rugby!

Carlos Iñiguez

 

Los Tábanos es un club chico, sin peso en la Unión. Sin embargo tiene mucha tradición. Tanta que su historia se emparenta con el legendario fullback galés JPR Williams.

El problema fue La Momia.

Pobre, al Tano Stompinato nadie le creía nada. Primero no le creyeron que se había levantado a una galesa rubia y de ojos celestes. Recién cuando presentó a la mina en un tercer tiempo de Los Sauces y todos comprobaron que era un tanque de cientoveinte kilos, pudieron aceptarlo. Tampoco le creyeron cuando dijo que su mujer hacía los postres mas ricos del cono sur. Tuvo que venir la gorda y preparar veinticinco tortas galesas en la fiesta de fin de año del 73 para que la palabra del Tano fuera respetada. Pero lo peor fue cuando contó que Vanora (así se llamaba la galesa) era prima de John Peter Rhys Williams, el fullback de la época dorada de los dragones rojos.

-Vanora Williams, prima de Yipier Williams, el fullback. Dijo Stompinato.

– Dejá de joder Tano. En Gales, Williams es como acá Rodríguez. Debe haber setecientos mil JPR Williams. Lo chuceó el “Bobo” Alvarez

– Vany me mostró una foto de ella con el primo en Cardiff. Es él!

– Tiene las patillas?

– No, la foto es de hace unos años. Todavía no le crecían.

– Ah bueh!      

Años contando la historia del primo de la mujer. A veces Vanora apoyaba la veracidad del cuento, pero como hablaba en un inglés medio raro nadie le entendía una palabra. Gastarlo al Tano con la cuestión ya era un clásico del club y así fue hasta que un martes entró a la sede de Agronomía inflando el pecho y contó que Williams estaba en Argentina y que había comido un asado con él en un campo de Chascomús. Cuando sonaron las primeras risotadas burlonas sacó una foto que guardaba en el bolsillo del gamulán y le tapó la boca a todos. En la foto, tomada con una Kodak Fiesta, de esas en las que abajo a la derecha se leía chiquito el mes y el año, se lo veía al Tano, la gorda, dos tipos con pinta de peones de campo y en el medio del grupo, con jeans, un sweater violeta, un saco tweed y forzando una sonrisa de ocasión, el mismísimo JPR Williams. La mayoría jamás le había visto la cara, pero la Cotorra Molina, nuestro hombre en la UAR, confirmó que se trataba del famoso fullback porque lo veía seguido en la revista “Wales Rugby News” que pispeaba cuando iba a la casona de Pacheco de Melo. En medio del murmullo de aprobación, Stompinato tiró la bomba: “Y a que no saben que! Yipier (ya lo nombraba con confianza familiar) se comprometió a venir al tercer tiempo el sábado que viene!”.

Un silencio sepulcral siguió a las palabras del Tano. Los seis o siete tábanos que participaban de la charla se quedaron quietos, cruzaron miradas tensas, no podían emitir un sonido. John Peter Rhys Williams, la estrella que había ganado cuatro veces el Cinco Naciones, en Luis Guillón! Era un acontecimiento para festejar, pero los muchachos se pusieron nerviosos, como esos parientes pobres que se enteran que el tío millonario los va a visitar y saben que no lo pueden recibir con un mantel de plástico y el pingüino cargado de tinto Termidor. El anexo vecino a la Firestone jamás había recibido a un visitante de esos quilates. Jorge Dartiguelongue, el puma de San Martín, era el único jugador internacional que conocía el predio desde una vez que, ejerciendo su profesión de arquitecto había venido a presupuestar la construcción del quincho. Nunca volvió. Lo hicimos con un maestro mayor de obras de la zona.

La noticia corrió como reguero de pólvora y motivó una reunión extraordinaria de la comisión directiva presidida por el venerable Alcides Ulloa, que a su vez, creó la pomposamente denominada Subcomisión de Organización del Evento de Recepción del Honorable Integrante del Seleccionado Galés de Rugby Mr John Peter Rhys Williams, designando como presidente de la misma a Agustín “La Momia” Correa, un pilar de la reserva que había salido octava en el 64. La Momia era un tipo respetado en el club, aunque a veces se excedía con el trago. Justamente, como primera medida y teniendo en cuenta la famosa adhesión de los británicos a las bebidas espirituosas, la subcomisión decidió hacer una vaca entre sus miembros para regar bien el tercer tiempo. Con lo recaudado se compraron catorce botellas de Doble V y una de Johnny Walker etiqueta azul, juramentándose entre ellos que ningún tábano iba siquiera a oler la aristocrática bebida escocesa, que sería destinada de manera exclusiva al visitante. El trabajo de la subcomisión fue intenso durante los cuatro días previos al último partido del 75, el sábado soñado, el día que el club entraría en la historia.

Y el día llegó. El partido fue un trámite, un 0 – 35 contra DAOM que nadie recuerda. El plato fuerte era el tercer tiempo. Y, tal como estaba planeado, cinco minutos después del final del partido, apareció el 404 del Tano Stompinato con la leyenda galesa sentada en el asiento del acompañante y la gorda Vanora atrás. Alcides Ulloa, vistiendo la clásica campera de gamuza que le daba ese aire de patrón de estancia aunque siempre trabajó de gestor en los tribunales de Lomas de Zamora, se acercó a recibirlo y a entregarle la plaqueta que el Club había encargado con motivo de su visita. El galés le dio la mano floja, según contó luego el venerable, recibió la plaqueta y con cierto desdén, la tiró en el asiento de atrás del auto del Tano. Luego inició la caminata hacia la cancha acompañado por don Alcides, la Momia Correa y la prima Vanora, que no se despegaba de él ya que era la traductora oficial. El plan era llevarlo a la cancha 1, donde estaba previsto un pequeño acto y luego compartir el tercer tiempo en el quincho. De movida noté un gesto de desagrado y casi de desilusión en la Momia ante la frialdad de los primeros gestos de JPR. Por mi parte lo atribuí a la tradicional flema británica. Imaginé a un tipo humilde, sencillo, acostumbrado a los agasajos.

En la cancha estaba todo el club esperándolo. Los pibes de las juveniles, los viejos, toda la comisión y algunas mujeres. También acompañaba la gente de DAOM, sorprendida, porque el ilustre había pedido que no se difunda su visita. Bajo los palos, los pibes de la novena le hicieron una calle. En un gesto simpático, los chicos se pintaron con corcho quemado las patillas del galés, como si fuera el acto del día de la bandera. Es que para nosotros Williams era un prócer! Era Belgrano!. Sin embargo, en otro acto descortés, el fullback esquivo la calle y le hizo un gesto a Vanora para que callaran a los dos gaiteros que la subcomisión había contratado en la Sociedad Gallega de Luis Guillón. Al lado mío, la Momia Correa murmuró “pero que le pasa a este pelotudo?”. La cercanía olfativa me permitió advertir que el presidente de la subcomisión del evento ya le había entrado al Doble V.

A pesar de la frialdad inicial de JPR y de que se negó a un par de fotos con los chicos de la séptima, la emoción predominaba entre todos los tábanos, conscientes de la alcurnia rugbística de nuestro visitante. En el quincho reinaba el bullicio y la alegría. Igual me preocupé cuando vi a La Momia tomando Doble V del pico de la botella sin sacarle la mirada al galés, quien, en otro gesto inamistoso se sentó en un rincón, lejos de la mesa que se le había preparado para él, Alcides Ulloa y la comisión. Es decir, todos los popes del club.

Ahí llegó mi momento. Tal como me lo había encomendado la subcomisión, fui hasta la vitrina de los trofeos, tomé el etiqueta azul que estaba guardado discretamente detrás de la Copa “Amistad” ganada al Roma Rugby Club en 1954, y me acerqué a la mesita del rincón donde se había afincado Williams, sin advertir que detrás mío, casi como un segunda línea pegado al primera en un scrum, venía la Momia Correa. Excitado y emocionado por mi primer contacto directo con la leyenda, le acerqué un vaso, le mostré la botella y a viva voz, para superar el bullicio del salón, disparé las palabras que venía ensayando desde días antes en mi rudimentario inglés.

Do you want to drink a good whiskey? (quieres tomar un buen whisky?)

-No, the whiskey looks like shit to me. Give me a Coke. (No, el whisky me parece una mierda. Dame una Coca).

Confieso que me descolocó la respuesta maleducada pero me llené de reflexión para soportarla.

El problema fue la Momia.

Aunque no entendía una palabra del idioma de Shakespeare, Agustín Correa, sin esperar la traducción de Vanora Williams y a pesar de su estado etílico, se dio cuenta de la nueva descortesía de la estrella galesa. En este caso la mas grave, por despreciar el blue label que tanto le había costado al club. Entonces todo se desmadró. Con los ojos inyectados en sangre, la vena del cuello a punto de estallar y al grito de Inglés hijo de mil putas, no te aguanto mas!, la Momia Correa me apartó de un empujón, se abalanzó sobre el sorprendido Yipier Williams, lo tomó de la solapa del saco tweed y le descerrajó con asombrosa velocidad cuatro piñas seguidas que estallaron en el mentón del rugbier galés, al tiempo que acompañaba la andanada con rodillazos poderosos a la altura de sus riñones. El primero que reaccionó fue el Tano Stompinato, quien, lejos de avergonzarse por la actitud de Correa, le asestó unos cortitos en la costilla al galés, mientras actuaba una falsa intención de separar. Otro par de miembros de la comisión, hartos del desprecio británico, golpearon feo al fullback, hasta que la oportuna aparición de Don Alcides Ulloa puso fin al incidente, cuando hasta los jugadores de la primera hacían fila para sumar su aporte a la indignación general.

John Peter Rhys Williams fue atendido en la salita de la avenida Buenos Aires de Luis Guillón y al día siguiente retornó al viejo continente en un vuelo sanitario gestionado por la embajada británica.     

Unos meses después la Cotorra Molina volvió a la UAR y se encontró con el número de enero del “Wales Rugby News”. “JPR, lesionado, no estará presente en el 5 Naciones de 1976” era el título de tapa. Molina con su pobre inglés, buscó detalles en el artículo. No entendió demasiado, pero asegura que la palabra “momia” no figuraba.

Carlos Iñiguez

Genes

El rugby es un deporte muy apegado a la tradición, con familias de apellidos ilustres que viajan en el tiempo como guardianes del acervo cultural rugbístico. Un particular miembro de esa raigambre es un conocido ex jugador de Los Tábanos.

Ruben “El Ruso” Beccar Varela es un personaje muy particular. Conversador, simpático y entrador. Un outsider con apellido de gran tradición rugbística. Primo de los Beccar Varela de San Isidro, siempre se destacó por sus vivencias extradeportivas. Un tipo con mundo. Un tipo que la vivió. Y ante todo, para nosotros los tábanos, un tipo muy querido en el club.

Para empezar a Beccar Varela, lejano a la tradición conservadora y amateurista de sus parientes, le gusta definirse como hippie, bisexual y comunista. Y su vida se ajusta a esa definición. Es la única persona que conozco que vio a The Mamas and  the Papas en vivo. Durante una corta estadía en San Francisco allá por el 67,  el Ruso  concurrió a un show de la banda. No digo que sea muy importante haber visto en vivo a ese grupo intrascendente de jipones  de la Costa Oeste, pero yo solo puedo jactarme de un recital de Billy Bond y la pesada de esos que se hacían los domingos a la mañana a 15 cuadras de mi casa. Digamos que lo de Beccar tiene mas vuelo.

Siempre tuvo posturas políticas radicalizadas que se acentuaron cuando participó del mayo francés y conoció a Cohn Bendit.  Al regresar generó una movida que aún se recuerda en el club. Al grito de “a desalambrar!!” entró al anexo de Luis Guillón seguido de 48 menesterosos que se instalaron por un mes en La Catedral,  la gloriosa cancha 1 de Los Tábanos. Con el torneo empezado y jugando de prestado en  Los Sauces, la situación se  volvió desesperante. Hasta que apareció el patriarca Alcides Ulloa pegó cuatro gritos y  pudo resolver la cuestión no sin antes entregarle a esa gente 76 casacas verdinegras. Ese fue el año que recibimos la ayuda  del vestuario de Comunicaciones, vecino a la sede de Agronomía y por eso hoy nuestra camiseta suplente es amarilla.

A algunos le llama la atención el origen judío de Beccar Varela. Hijo de Benedicto Beccar Varela (Macoco) y Sara Berstein, “El Ruso” (ahora entenderán de donde viene su apodo) fue un destacado remero del Náutico Hacoaj antes de llegar a Los Tábanos para jugar al rugby.

Como rugbier fue un wing rápido y tackleador que no tuvo mucho recorrido en el plantel superior.  Apenas un par de partidos en la inter y una carrera prometedora que se frustró a partir de lo que se conoce en el club como la “noche verde”. Un jueves, el Ruso se quedó solo en la cancha después del entrenamiento. “Estoy haciendo yoga y quiero practicar algunos ejercicios para relajar el cuerpo después de tanto esfuerzo”. Entre la noche cerrada y el humo de la Firestone, de lejos, apenas se alcanzaba a percibir su figura sentada en el ingoal del fondo. Al día siguiente a  Rolo Larrea, el encargado del anexo, le pareció ver algo raro en el sector que daba a la fábrica de neumáticos, pero no le prestó demasiada atención. Encima era un día lluvioso así que Rolo ni siquiera se acercó a comprobar de qué se trataba. El despelote estalló el día del partido, cuando los jugadores de Old Philomatian fueron a calentar a ese ingoal  y  se sorprendieron al ver que el rectángulo estaba poblado por unas plantas de hojas alargadas que a ellos les parecieron muy extrañas. El único que se percató enseguida  fue  el Pájaro Watson, un segunda línea que recién llegaba de un viaje a Londres. “Que bueno! Esto es cannabis!” gritó. El partido se suspendió y el anexo se cerró hasta nuevo aviso.

“Pensé que podía resultar interesante como forma de relajación después de los entrenamientos”, argumentó Beccar Varela en la reunión extraordinaria de comisión que se hizo para pedirle explicaciones. Sus razones no convencieron y una suspensión de cinco años puso fin a su carrera rugbística.

Igualmente El Ruso continuó participando de la vida del club y se dedicó a entrenar a los juveniles. Ya  lleva varias décadas como destacado entrenador de nuestras divisiones y son muchos los tábanos que forjaron su rugby  a partir de sus enseñanzas. Cientos de jugadores se nutrieron de su sabiduría de la vida y el rugby pero entre todos el Ruso  tenía un preferido, un entenado, un verdadero hijo dilecto.  Martín “Motoneta” Salaberry, hasta hace poco, wing de la primera de los Tábanos, siempre fue  el jugador favorito de Rubén Beccar Varela. Y digo “hasta hace poco” porque Salaberry ya no volverá a vestirse con la gloriosa verdinegra.

Las primeras dos temporadas de Motoneta  en la división superior  fueron desastrosas. Un try en dos años es muy poco para un wing. Para sorpresa de muchos la promesa que había arrasado en las juveniles se había convertido en un jugador mediocre al que se le caía la pelota cada vez que tenía que encarar hacia el ingoal rival. Muchos hablaban de “miedo escénico” y lo cierto es que  Salaberry seguía en primera gracias al Ruso Beccar, que  influía en los entrenadores para que lo pusieran. Era común ver al Ruso con su jardinero rosa (seguía usando ropa provocadora a pesar de que ya cargaba 67 años y una  panza prominente) alentando a Motoneta al costado de la cancha. Beccar Varela se reflejaba y veía en Salaberry al jugador que él mismo no había podido ser. Por eso lo apoyaba tanto.

En la tercera temporada la historia cambió gracias al amor. Salaberry, se puso de novio con Rita, una bellísima rubia hija de un frutero del Mercado Central, que tenía un local en Luis Guillón ahí nomás de nuestro anexo. A partir de esa relación amorosa comenzó a perforar las defensas rivales .El amor cambió el ánimo de Motoneta y  de su mano Los Tábanos comenzó  a escalar en las posiciones y a soñar con el ascenso a segunda. La rubia Rita se relacionó con novias y esposas de los jugadores. También Beccar tenía buena relación con ella y le había pedido que le presente alguna amiga o amigo.

A la gente del club le resultó  muy simpática la costumbre que tenía Rita de regalarle fruta a Motoneta cada vez que marcaba tries. La rubia se instalaba a un costado de la cancha con un cajón lleno de  peras, duraznos o manzanas, según la época del año, y cuando terminaba el partido agasajaba a su amado de acuerdo a la cantidad de tries que había marcado. Una docena de frutas por try. En los terceros tiempos era común ver a la parejita mirándose lascivamente mientras mordisqueaban un damasco.

Los Tábanos era una fiesta. La palabra “Campeón” sonaba fuerte tanto en  Luis Guillón como  en nuestra sede de Agronomía y el Ruso Beccar Varela era muy felicitado por haber bancado a Motoneta cuando nadie creía en él. Su prestigio había crecido mucho en el club. Aunque también tenía contra. A algunos no les gustaba que se declarara cultor del amor libre o que les hiciera leer Bukowski a los chicos de la octava. Era un tipo respetado pero a la vez envidiado en silencio. Combatido en forma velada por los  que no toleraban su mente abierta.

Un martes, cuando faltaban tres o cuatro fechas para el final de ese torneo que pintaba para fiesta, en una reunión de comisión, Rubén  Beccar Varela pidió la palabra.  El Ruso, que por esa época usaba el pelo cano largo y atado con una colita, lo que lo hacía muy parecido a Willy Quiroga el cantante de Vox Dei, se paró y, contra lo que era su costumbre, encaró el discurso con tono grave. Los presentes intuyeron otra broma del Ruso o un panegírico de Motoneta Salaberry, su hijo rugbístico, la figura del club. Pero no fue así.

Discurso pronunciado por el Sr Rubén Norberto Beccar Varela en la Reunión de Comisión Directiva del Club Los Tábanos, según consta en el acta del 22 de septiembre de 2015.

“Hace casi dos siglos en una ciudad de nombre amable de un país lejano hubo un prócer pundonoroso  llamado William Web Ellis que tomó con sus manos una pelota de fútbol y corrió hasta traspasar la línea final del campo rival. Desde ese día somos muchos los que corrimos con él! Somos muchos los que abrazamos este deporte sublime formador de hombres y forjador de espíritus! Somos muchos los que crecimos bajo la inspiración de los principios que tienen su origen en la mítica ciudad inglesa!. Los que jugamos rugby despreciamos nuestro físico y lo sometemos a los golpes de nuestros dignos rivales pero también damos la vida por nuestros  compañeros de equipo que son amigos y hermanos. Como también lo son nuestros rivales. Nosotros no jugamos contra nuestros adversarios ocasionales sino que  jugamos con ellos. Nos gusta decir que el nuestro es un deporte de bestias practicado por caballeros. Y es así, amigos! Son muchos los principios y las reglas que nos rigen y nos hacen verdaderos caballeros. Y hay una regla fundamental que resume todo el espíritu del juego. Es la regla que nos enseña que al rugby se viene a dar, no a sacar. Que al rugby se juega por amor al deporte y solo al deporte! Es la regla que todos conocemos, queridos amigos. Y hoy debo decir con infinito dolor que es la regla que se ha violado flagrantemente en nuestro club. En mi querido tábanos! En mi segunda casa!.

En este momento de su alocución Beccar Varela hizo una larga pausa mientras recorría con su mirada severa los rostros anonadados de sus compañeros de directiva. El silencio en la sala de reuniones de la Sede Agronomía era atronador.

Señores hemos sido brutalmente traicionados y la gloriosa camiseta verdinegra ha sido manchada por obra de un traidor que, desde hace un tiempo y en lo que en derecho se conoce como una acción de tracto sucesivo,  viene violando sistemáticamente las mas sagradas normas del amateurismo en el rugby. Veo con dolor que uds prefieren omitir la cuestión pero yo no puedo mirar para otro lado cuando  se trata de asesinar los principios que me han enseñado colosos de la ética como nuestro patriarca aquí presente Don Alcides Ulloa. Y verán que la traición es doble para mi porque el ímprobo es alguien a quien he entregado largas horas de mi vida ocupándome en su formación. Alguien que ha crecido absorbiendo mi sabiduría sobre el deporte ovalado. Si Sres! Hablo del jugador de nuestro plantel superior llamado Martín Salaberry. Debo decirlo con el corazón quebrado, pero debo decirlo. El ímpío Salaberry viene recibiendo desde hace tiempo un emolumento como contraprestación por su participación en nuestro equipo. Por cada acción terminada en try el traidor de Salaberry está recibiendo mercancías o sustancias alimenticias o como mierda quieran llamarle! ( Se alteró Beccar) como forma de pago por sus servicios en una flagrante violación a las reglas del amateurismo. Esto no se puede llamar con otra palabra que esa que tanto me cuesta pronunciar … La palabra que nos enseñan a despreciar desde que nacemos al rugby! la palabra es Profesionalismo Sres! Profesionalismo en nuestro querido club!

Beccar Varela hizo otra pausa y el silencio abrumador  solo fue  quebrado por algún ruido que venía del buffet donde varios tábanos apuraban un pollo al horno con papas, el plato del día.

Por todo lo expuesto y para salvaguardar el espíritu del rugby en el club como forma de vida e inculcarles a nuestros queridos tabanitos los mas sublimes principios del amateurismo, solicito para el profano y traidor de Martín Salaberry la pena máxima. Suspensión de 99 años para él!.

Muchas gracias.

Transpirado y con las mechas canosas desordenadas tras el enérgico speech, Rubén Norberto Beccar Varela se desplomó en su silla. Los segundos que siguieron a sus palabras parecieron eternos. Todas las miradas confluyeron sobre el venerable Alcides Ulloa esperando su reacción y el gesto del patriarca no se hizo esperar. Bajando el pulgar de su mano derecha puso fin a la carrera de Martin “Motoneta” Salaberry.

Cuando salíamos de la sala de reuniones la Babosa Etchegoyen, un tipo de mi camada que siempre se caracterizó por  su poder de síntesis, se me acercó y me susurró al oído “Y bueno, contra la genética no se puede”.

El ascenso a segunda quedó en sueño y el Ruso sigue animando los terceros tiempos con ricas anécdotas de su época de surfer en Tailandia. Algunos que antes lo combatían ahora lo miran con simpatía, otros mas, los que antes lo llamaban “el Beccar Varela bueno”, hoy le esquivan la mirada.

Carlos Iñiguez.

La entrada Los Tábanos. El regreso de Carlos Iñiguez. se publicó primero en Periodismo Rugby.

Читайте на 123ru.net


Новости 24/7 DirectAdvert - доход для вашего сайта



Частные объявления в Вашем городе, в Вашем регионе и в России



Smi24.net — ежеминутные новости с ежедневным архивом. Только у нас — все главные новости дня без политической цензуры. "123 Новости" — абсолютно все точки зрения, трезвая аналитика, цивилизованные споры и обсуждения без взаимных обвинений и оскорблений. Помните, что не у всех точка зрения совпадает с Вашей. Уважайте мнение других, даже если Вы отстаиваете свой взгляд и свою позицию. Smi24.net — облегчённая версия старейшего обозревателя новостей 123ru.net. Мы не навязываем Вам своё видение, мы даём Вам срез событий дня без цензуры и без купюр. Новости, какие они есть —онлайн с поминутным архивом по всем городам и регионам России, Украины, Белоруссии и Абхазии. Smi24.net — живые новости в живом эфире! Быстрый поиск от Smi24.net — это не только возможность первым узнать, но и преимущество сообщить срочные новости мгновенно на любом языке мира и быть услышанным тут же. В любую минуту Вы можете добавить свою новость - здесь.




Новости от наших партнёров в Вашем городе

Ria.city

Путин: власти будут работать над расширением спроса на российскую продукцию

Депутат бундестага Моосдорф стал почетным профессором РАМ имени Гнесиных

Владимир Путин: промышленное производство в РФ растет

В Магаданском областном краеведческом музее состоится презентация тактильных копий музейных экспонатов

Музыкальные новости

В Москве пройдет выставка художников-акварелистов из России и Беларуси

Лукашенко заявил, что коррекция ядерной доктрины РФ усилит Москву и Минск

Бесплатный прогноз на год

Массаж и лечебная физкультура: показания и противопоказания

Новости России

Хазин дал совет "жадным, наглым и не очень умным": "Ребята, вы там определитесь!"

Спорная сборная: октябрьские приключения команды Карпина

Воспламенение проводки могло стать причиной пожара в доме на Большой Тульской

Московский суд оштрафовал Microsoft и Pinterest на 3,5 млн рублей

Экология в России и мире

Кровообращение на ногах восстанавливаю за 17 минут. Нашла в старом журнале эффективный способ

К ноябрю в Катунском заповеднике начнет работу музей меда

Научные секреты раскроют на Всероссийском фестивале НАУКА 0+

Неделя осетинских пирогов в Москве

Спорт в России и мире

Тату, побег, анорексия. Как бунтуют дети Яковлевой, Успенской, Кафельникова

«Стали хуже после коронавируса»: Медведев неприличным образом привлёк внимание к проблеме с мячами

Кудерметова проиграла в финале парного турнира в Пекине

Соболенко вышла в ⅛ финала турнира WTA-1000 в Ухане

Moscow.media

Раскрутка Сайта. Раскрутка сайта Москва. SEO раскрутка сайта. Заказать раскрутку сайта. Раскрутка сайта ru.

На время капремонта моста через Вою в Кировской области построили временную переправу

Беляевскую премию вручили за развитие ИТ и искусственного интеллекта

Крупнейшая научная конференция, посвященная полупроводникам, открылась в Алфёровском университете











Топ новостей на этот час

Rss.plus






Путин: власти будут работать над расширением спроса на российскую продукцию

Карпукас рассказал, кого считает главной легендой «Локомотива»

Жители Ростовской области станут участниками фестиваля «Союз талантов России»

Путин: Безработицы в России практически нет