La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha asegurado este miércoles que el brote de botulismo aviar que se ha producido en el Tancat de la Pipa se podría haber evitado si el agua no hubiera estado estancada y sí en movimiento, como ocurre en los arrozales gestionados por los agricultores de La Albufera.
AVA-Asaja afirmó en un comunicado que L’Albufera «no existiría» sin la gestión racional del agua que llevan a cabo los agricultores de la zona, al tiempo que destacó la importancia de la actividad arrocera en el paraje natural. El botulismo aviar es una intoxicación que padecen las aves tras ingerir una toxina producida por la bacteria anaerobia Clostridium botulinum, que aparece en lugares en los que no hay oxígeno y la temperatura supera los 26 grados, explicaron desde AVA-Asaja.
Para esta asociación agraria, cuando se dan ambos supuestos la bacteria se encuentra en condiciones propicias para reproducirse e infecta a los invertebrados que posteriormente ingieren las aves; además, los cadáveres en descomposición de estas aves favorecen la proliferación de la toxina. «El problema lo está generando la administración al no dejar circular el agua con normalidad, prueba de ello es que en las 15.000 hectáreas de arroz que gestionan los agricultores no hay casos de botulismo y cuando se gestiona mediante criterios contrarios a los usos y costumbres aparece el problema», argumentó el responsable de la sociedad arrocera de AVA-ASAJA, Miguel Minguet.
«Nos prohíben retirar la vegetación para no molestar a las aves y lo que van a conseguir es que el agua deje de circular y se pudra. Es una situación paradójica, puesto que ideólogos de despacho que ponen trabas al manejo racional del agua han provocado la muerte de 500 aves». Minguet también se preguntó si “en este caso la fiscalía va a abrir diligencias para investigar el grave daño sobre la fauna aviar de la Albufera”.
