Como era de esperar, la primera toma de contacto entre las delegaciones estadounidense y china en Shanghai culminó sin grandes resoluciones. Las negociaciones cara a cara relajaron tímidamente la gélida relación entre Washington y Pekín, especialmente desde el colapso de las mismas a finales de abril y la posterior de la reanudación de la tregua entre ambos países, que llegó a finales de junio.