El cáncer de garganta se refiere a tumores cancerosos que se forman en la garganta, así como en la faringe, la laringe (que se encuentra justo debajo de la garganta) o las amígdalas (parte posterior de la garganta). También es posible que afecta a la epiglotis, un trozo de cartílago que actúa como tapa de la tráquea.
Este tipo de cáncer se origina en las células planas que revisten el interior de la garganta. Cuando estas células presentan mutaciones genéticas, que provocan que las células crezcan sin control y continúen viviendo cuando las células normales normalmente morirían, se produce el tumor en la garganta debido al acumulamiento que se ocasiona.
El uso de productos del tabaco y el consumo excesivo de alcohol afectan al riesgo de que este cáncer se origine. Esas dos son las más habituales, aunque se dice que el sexo oral puede ser productor de este tumor, debido a la infección que se podría producir por transmisión sexual, además de que una dieta sin frutas ni vegetales y una enfermedad por reflujo gastroesofágico también son desencadenantes de este cáncer. Algunos de sus síntomas son el dolor de garganta o la tos que no desaparece, dificultad o dolor al tragar, dolor de oído, aparición de un bulto en el cuello o en la garganta y repentinos cambios de voz o ronqueras, además de la tendencia a adelgazar sin razón.
Podemos distinguir varios tipos de cáncer de garganta: cáncer nasofaringeo (originado en la parte de la garganta que se encuentra detrás de la nariz), cáncer orafaríngeo (originado en la parte de la garganta que se encuentra detrás de la boca y contiene las amígdalas), cáncer hipofaríngeo o laringofaríngeo (parte inferior de la garganta que se encuentra encima del esófago y la tráquea), cáncer de glotis (cuerdas vocales), cáncer de supraglotis (parte superior de la laringe y afecta a la epíglotis) o cáncer de sublotis (parte inferior de la laringe, debajo de las cuerdas vocales).
Para prevenir el cáncer de garganta no existe ninguna manera segura de hacerlo, pero sí se puede reducir el riesgo de padecerlo. La primera es dejar de fumar, y en el caso de que no se fume, no pensar en hacerlo. Otra forma es reducir la ingesta de alcohol. Bajar los niveles de productos con alcohol o del tabaco es una buena forma de evitar el cáncer de garganta. Otras ideas pueden ser seguir una dieta saludable con muchas frutas y vegetales y protegerse del virus del papiloma humano, así como tomar precauciones a la hora de practicar sexo oral por el riesgo de infección por transmisión sexual.